El nivel de homicidios dolosos cometidos con armas de fuego alcanzó un nivel sin precedente. Durante el sexenio pasado, aun con los picos históricos de asesinatos intencionales, el uso de dichos artefactos se acercó a 70 por ciento.

La variación fue –la más baja en el sexenio anterior– de 57 por ciento en 2015 a 68.9 por ciento en 2018. En 2019, el indicador, ya en la actual administración federal, subió a 69.7 por ciento .

En enero del año en curso, el más reciente corte estadístico compilado por el Sistema Nacional de Seguridad Pública muestra que de 2 mil 819 víctimas de homicidios dolosos, 74.3 por ciento de éstas (2 mil 97) fueron ultimadas con armas de fuego.

En tanto, 6.7 por ciento fue asesinado con arma blanca; 16.9 por ciento con otro elemento y del resto no se especificó la vía del homicidio intencional.

En cuanto a los homicidios culposos (mil 440 en enero) la mayoría se clasificó como accidente de tránsito.

Respecto de lesiones dolosas, la mayoría de las 12 mil 651 denuncias de enero pasado fueron hechas con otro elemento, fuera de un arma.

Igualmente, hay aumento de casos dolosos (asesinatos, lesiones) contra mujeres, pero aquí miles de casos no encuentran clasificación en arma de fuego o arma blanca sino que se colocan en otros, que de acuerdo con especialistas consultados son frecuentes las golpizas y estrangulamientos.

Por ejemplo, en enero pasado hubo 73 víctimas de feminicidio (14 menores de edad), pero 247 asesinatos de mujeres que sólo se clasificaron como homicidio doloso (una quinta parte en Guanajuato), y 296 víctimas femeninas de homicidio culposo, supuestamente no intencional.

De los casos más graves, feminicidios, 22 fueron perpetrados por arma de fuego, 11 con arma blanca, 39 fueron registrados con otra causa y uno como no especificado.

Lesiones dolosas, tan sólo en enero, fueron 4 mil 588, con énfasis en los estados de México y Guanajuato.