París. La salida de Didier Gailhaguet, quien se aferra a su puesto de presidente de la Federación Francesa de Deportes de Hielo (FFSG, por sus siglas en francés) en pleno escándalo de violencia sexual, se tratará hoy en una reunión federal decisiva.

Desde hace una semana el deporte francés vive una crisis sin precedentes, tras una ola de revelaciones sobre violencia sexual. Varias ex patinadoras acusaron a tres entrenadores diferentes de haber abusado de ellas entre finales de los 70 y principios de los 90, cuando eran adolescentes.

Pero hasta ahora, Gailhaguet, de 66 años y presidente de la FFSG desde hace más de 20 años, no ha cedido tras la petición de dimisión que le hizo el lunes la ministra de Deportes, Roxana Maracineanu.

Al contrario, ha contratacado. En primer lugar a Marie-George Buffet, por su gestión a principios de los años 2000, cuando era ministra de Deportes, del caso Gilles Beyer, el antiguo entrenador acusado de violación y de agresión sexual por parte de la antigua campeona Sarah Abitbol en un libro (Un silencio tan largo) publicado la semana pasada.

Y después a Maracineanu, a quien calificó de ministra moralizante en una rueda de prensa.

Un día antes, había anunciado que esperaría a la conclusión de la investigación administrativa solicitada por la ministra antes de tomar una decisión sobre una posible dimisión.

Cuatro de los 16 miembros del comité ejecutivo de la FFSG presentaron su dimisión ese día, en desacuerdo con la posición de Gailhaguet de seguir en el puesto.

En este contexto, la reunión excepcional convocada para este sábado en París en la sede de la federación, podría ser decisiva.

Sobre el papel, es Gailhaguet el que reúne a los miembros del órgano de vigilancia y de control de la federación, tras la solicitud de la presidenta del consejo federal, explicó Guy Paris, abogado de la FFSG.

El principal acusado en este caso es Gilles Beyer, de 62 años, a quien Sarah Abitbol, 10 veces campeona de Francia de patinaje artístico por parejas, ganadora también de varias medallas europeas y mundiales, acusa de haberla violado y agredido sexualmente varias veces entre 1990 y 1992, periodo cubierto por prescripción, cuando tenía entre 15 y 17 años.

Ayer Beyer reconoció, en una declaración escrita, relaciones íntimas e inapropiadas con Sarah Abitbol, presentando sus excusas a la patinadora, quien no las aceptó.

El miércoles por la noche, la madre de otra joven patinadora acusó a Beyer de acoso sexual y de chantaje entre 2017 y 2018, según testimonio recogido por el periódico L’Equipe. Unos hechos recientes que serían susceptibles de una posible acción judicial.