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Se gastó más en mantenimiento y resguardo que por tenerlo en operación
 
Periódico La Jornada
Miércoles 15 de enero de 2020, p. 5

Sin volar durante 13 meses, el avión TP-01 se ha convertido en el gesto de austeridad más caro del actual gobierno federal. Se paga mensualmente por resguardo y mantenimiento mucho más de lo que costó tenerlo en operación al servicio del entonces presidente Enrique Peña Nieto, único usuario.

Tener varado el José María Morelos y Pavón durante ese lapso ha implicado un millonario gasto para una operación de venta hasta hoy fracasada y dejar sin uso un activo del Estado mexicano que no se saldará en este sexenio.

De acuerdo con el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2020, por la compra del avión se adeudan 3 mil 271 millones de pesos.

El 3 de diciembre de 2018 se cumplió la orden del presidente Andrés Manuel López Obrador de enviar al avión Boeing 787-8 Dreamliner al aeropuerto de Logística Victorville, en San Bernardino, California.

Así, cumplía su promesa de jamás utilizar esa aeronave a la que siempre consideró onerosa, ostentosa y ofensiva para el pueblo de México.

Vamos a buscar, desde luego, la forma de no perder. No se trata de ganar, sino de no perder, que no haya afectación al erario, dijo el 24 de agosto de 2018. Insistió en que no se subiría al TP-01, ni de prestado.

El 30 de noviembre –cuatro días antes de partir a California– el José María Morelos y Pavón realizó su último viaje con el traslado de Peña Nieto a la cumbre del G-20 en Argentina y en el Hangar Presidencial se efectúo el rocío con arcos de agua, ritual para aquellas aeronaves que iniciarán operaciones o completaron su vuelo final.

Transcurrido este lapso, vender el TP-01 no ha sido posible, pese a que en aras de hacer transparente la operación y ubicarla como emblema de la lucha anticorrupción se pidió la coadyuvancia de la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos, con una subasta global que empezó el 27 de marzo pasado en la página de la agencia.

En más de una ocasión López Obrador aseguró que la venta había atraído a muchos interesados; en abril mencionó que se tenía a 14 postores de ocho países; para octubre, ubicó a un posible comprador, y dos meses después, en entrevista radiofónica, Jesús Ramírez Cuevas, vocero presidencial, subió ese número a cuatro. Al final, ninguno concretó.

Sobre el destino de los recursos por la venta del Dreamliner, en abril el mandatario anunció que se aplicarían a programas sociales; en junio, al plan nacional migratorio, y en septiembre, para un doble propósito: llevar agua a Zacualtipán, Hidalgo, y apoyar a las víctimas de la violencia en el país.

No obstante, el TP-01 adquirido a fines del mandato de Felipe Calderón por conducto del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos no se ha terminado de pagar. Costará en total 5 mil 399 millones de pesos, y no se ha liquidado ni 40 por ciento, según el PEF 2020. Sin recursos etiquetados para este año, la Secretaría de la Defensa Nacional tiene que abonar a la deuda 446 millones de pesos; y los pagos restantes se estiman al menos hasta 2027.