Sociedad y Justicia
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Causas humanas, principal problema

Prevención, arma de Conafor ante el alto riesgo de incendios forestales

Esta temporada de estiaje se prevé más larga, alerta funcionario

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▲ Integrantes de brigadas forestales realizan una demostracion de cómo combatir un incendio en el campamento la Cima II en San Miguel Topilejo, en la Ciudad de Mexico, en 2006.Foto Cristina Rodriguez
 
Periódico La Jornada
Lunes 13 de enero de 2020, p. 31

Este será un año difícil para el país en materia de incendios forestales y se apuesta a la prevención, ya que 97 por ciento son ocasionados por actividades humanas. Los estados que históricamente tienen más riesgo son Chiapas, Chihuahua, Durango, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Oaxaca y Puebla, y hay 3 mil brigadas en el país para atender los siniestros, señaló Eduardo Cruz, gerente de Manejo de Fuego de la Comisión Nacional Forestal (Conafor).

El organismo público sostuvo que las temporadas de incendios van a ser cada vez más amplias, por el estiaje en diversas partes del país que da una condición favorable para la propagación del fuego. Durante todo el año pasado hubo siniestros, en el lustro reciente ha cambiado la temperatura en el planeta y el país se ha afectado también.

En 2019 la superficie dañada por siniestro de fuego ha sido la más alta, con 85.52 hectáreas en promedio; 2017 es el segundo año, con 81 hectáreas, las mayores desde 1998. En total, el año pasado hubo 7 mil 410 incendios que afectaron 633 mil hectáreas, el cuarto año por superficie quemada.

En entrevista, Cruz consideró que con gobiernos y propietarios de terrenos se hacen estrategias que permitan reducir las quemas por descuidos y negligencia en el uso del fuego. Explicó que a diferencia de otros países, donde los incendios comienzan por descargas de rayos o por aspectos climáticos, en México son por causas humanas.

Recordó que en 2019 la Conafor contó con 153.6 millones de pesos en el programa de incendios, en 2018 fueron 212.9 millones de pesos. Agregó que a fin de este mes se espera tener las reglas de operación del programa de Brigadas Rurales para fortalecer las que ya existen y hacer frente a los siniestros.

Precisó que 40 por ciento de las conflagraciones tienen origen en áreas agropecuarias que tienen colindancia con zonas forestales, hay muchos valles que queman pastos para tener forraje para el ganado y el fuego se propaga a los bosques. Generalmente en Semana Santa se elevan los casos atribuidos a descuidos de los visitantes con fogatas y cigarros que no extinguen adecuadamente en áreas boscosas. Abril y mayo es el periodo en que se preparan terrenos agrícolas que se limpian con fuego para la siembra, antes del periodo de lluvias, muchas de esas quemas se propagan.

Por su parte, Enrique Jardel, miembro del Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible e investigador de la Universidad de Guadalajara, coincidió en que se puede esperar un año difícil, ya que si bien el clima es el principal determinante de los riesgos de incendios, son importantes las condiciones del complejo de combustibles, vegetación y hojarasca, así como las actividades humanas en el territorio. Existen sitios donde hay acumulación de combustibles, en otros la actividad humana afecta, o donde se contactan zonas urbanas y bosques, o en los que se registran cambios de uso de suelo. Esos son en donde está el mayor riesgo.

Sostuvo que se requiere establecer estrategias de manejo de fuego, ya que es un fenómeno presente en la historia del planeta, y hay vegetación que es inflamable, por lo que se debe retomar lo que se ha aprendido y lo que se sabe de la ecología para diseñar estrategias de manejo de combustibles, se debe reconocer que en los sitios donde hay buen manejo de bosque, donde se realizan actividades de conservación, no hay tanto problema.

Conafor ha mantenido la capacidad operativa, no obstante el recorte de presupuesto a la prevención de incendios y a programas forestales de protección en tierras ejidales.