ras la aprobación de la ley respectiva, y antes de que entre en vigor (1º de enero de 2020), como por arte de magia aparecieron las primeras empresas arrepentidas por utilizar facturas falsas, y ese espontáneo acto de contrición le ha dejado al erario más de 2 mil millones de pesos en impuestos.

El secretario de Hacienda, Arturo Herrera, y el procurador Fiscal de la Federación, Carlos Romero, dieron cuenta de lo anterior, con lo que la citada ley (que no es otra que la antifactureras, aprobada por el Congreso en octubre pasado) fortalece la perspectiva de una mejor recaudación en beneficio de las finanzas nacionales.

Herrera lo resumió así: antes de que entren en vigor las diversas modificaciones a algunas leyes fiscales, siete empresas se han acercado al Servicio de Administración Tributaria (SAT) y a la Procuraduría Fiscal de la Federación para corregir su situación, con lo que se logró una recaudación adicional de más de 2 mil millones de pesos.Reconocieron que compraron facturas falsas y se acercaron a las autoridades hacendarias para contribuir con los impuestos omitidos y pagar los recargos tras un acuerdo reparatorio a satisfacción de la Secretaría de Hacienda ( La Jornada, Israel Rodríguez).

El acuerdo fue atestiguado ante la Fiscalía General de la República con lo que se extingue cualquier acción penal en contra de estas siete empresas. Las modificaciones legales para combatir las facturas falsas y operaciones simuladas han resultado tan poderosas que aún antes de que entren en vigor, en enero próximo, han reportado al fisco una recaudación adicional. Esperamos que más empresas sigan autocorrigiendo (ídem).

A la hora de votar la ley en San Lázaro (318 votos a favor y 121 en contra) sólo los prianistas (más sus mascotas perredistas y cinco morenistas) se opusieron, dada la enorme cola que ellos y sus representados empresariales tienen en este renglón, pero de cualquier suerte, México cuenta con una nueva legislación que fortalece al erario.

No puede dejarse en el olvido la información que en su momento aportó la entonces titular del SAT, Margarita Ríos-Farjat (hoy ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación), en torno a este escandaloso asalto a la nación, que en el prianato creció como la humedad: sólo entre 2014 y 2018 el número de factureras creció 31 por ciento; se detectó el funcionamiento de 8 mil 204 empresas de esa naturaleza que emitieron documentos originales para amparar operaciones simuladas y evadir el fisco o lavar dinero por un billón 600 mil millones de pesos, esquema que en ese lapso permitió la evasión fiscal de 354 mil millones de pesos; emitieron 8 millones 800 mil facturas falsas.

Y en el dictamen de la ley de referencia se detalló que se trata de un mecanismo de defraudación con implicaciones agresivas para el fisco; para el caso del IVA involucra que se generen saldos a favor que se compensan contra el mismo impuesto (que no ingresa) o, peor, que se pida la devolución de un impuesto inexistente. ¿Por qué se finge pagar, o por qué se pagaría por algo que no existe? Cuando el dinero no existió es por evasión fiscal, y cuando sí lo hay es por evasión fiscal y lavado de dinero; es un problema nacional de la mayor relevancia, pues ocasiona graves perjuicios a la estabilidad económica del país y sacrifica los bienes y servicios más elementales del gasto público. De allí la decisión de sancionar con prisión preventiva oficiosa la emisión de facturas que amparen operaciones inexistentes.

Y si del SAT se trata, ayer el presidente López Obrador designó a Raquel Buenrostro como titular de esa institución. Deja la Oficialía Mayor de Hacienda (a la que llega Thalía Lagunas Aragón, hasta ayer coordinadora técnica de la Presidencia de la República) y a partir de ya atiende su nueva responsabilidad.

Las rebanadas del pastel

Cada día más grande la narcobola de García Luna: en su equipo aparecen tres ex inquilinos de Los Pinos (Fox, Calderón, Peña Nieto) y contando.

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