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Obtilia Eugenio recibe el Premio Nacional de Derechos Humanos; denuncia amenazas

Pidió audiencia con AMLO para exponer la problemática de su comunidad y de las mujeres

 
Periódico La Jornada
Miércoles 11 de diciembre de 2019, p. 11

Indígena me’pah, originaria de Ayutla de los Libres, Obtilia Eugenio Manuel llegó a Palacio Nacional para recibir el máximo galardón en derechos humanos, el Premio Nacional. Mi conciencia me dice que debo seguir luchando, no puedo quedarme callada cuando conozco que a diario hay muchas mujeres que son acosadas, atacadas, asesinadas. No entiendo esta violencia contra nosotras.

Ante el presidente Andrés Manuel López Obrador; el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresensio Sandoval, y el de Marina, almirante Rafael Ojeda, denunció la represión sufrida por su pueblo a manos de los militares, sus excesos contra las mujeres violadas y asesinadas; la complicidad. Reivindicó la policía comunitaria en sus pueblos y censuró la tergiversación de las autodefensas, que han sido penetradas por la delincuencia.

Cuando se levantaron los indígenas zapatistas en Chiapas, en mi pueblo llegaban los soldados, decían que éramos zapatistas. Nos maltrataron, violaron cuatro mujeres indígenas de mi comunidad. Nunca hubo justicia, narró.

Su relato –durante la ceremonia de entrega del premio otorgado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos– llegó a 2002, cuando “junto con otros compañeros, empezamos a organizarnos. Soldados violaron a dos mujeres indígenas de nuestra organización, del pueblo indígena me’pah (OPIM). Desde ese tiempo hemos sido acosados y amenazados por gente del Ejército en complicidad con un grupo delincuencial organizado”.

Después de la denuncia sobre los abusos castrenses, tomó la palabra López Obrador, quien señaló que su llegada a la Presidencia fue tras una larga lucha por la justicia y los derechos humanos y ahora que estamos como autoridad no podemos olvidar de dónde venimos, qué hemos hecho y cuáles son las causas que siempre hemos defendido.

Ratificó su compromiso de no tolerar ninguna violación a los derechos humanos. Recordó que antes el principal violador era el Estado. Ahora no se permite la violencia, la tortura, el aniquilamiento, las masacres y si algún servidor público viola derechos humanos es castigado. No se tolera. Cuento con el apoyo de las Fuerzas Armadas, que están ayudando para garantizar la seguridad pública sin violar los derechos humanos.

Obtilia libró la muerte recientemente, pues, según narró, fui secuestrada y torturada por denunciar la corrupción. Un episodio amargo que relató en un video proyectado en la ceremonia.

“Siempre ha sido difícil, pero lo más complicado fue lo que pasé en febrero. Me bajan ahí y que me ponen en la pistola y me agarran del cabello, y me suben en el carro y de ahí nos llevaron así, boca abajo, nos vendaron ahí. Ya dentro del carro venía con una pistola atrás para mí(…). Esta vez te vas a escapar (le dijeron días mas tarde), tendrás tu oportunidad, pero vas a cumplir. Estas son las condiciones que te vamos a dar: no vas a ir a denunciar, si vas a denunciar ya sabemos dónde está tu familia vamos a ir por ella”.

Obtilia demandó un encuentro con el Presidente y otras autoridades para plantear la problemática de sus comunidades, mismo que fue aceptado por López Obrador.

Sin embargo, en su discurso dejó clara su principal preocupación: hoy tengo la oportunidad de decir ante usted, ante el pueblo, lo que pienso. Por eso pido que la violencia contra las mujeres en los pueblos, montañas, sierras, ciudades, calles, transportes, en fábricas, en oficinas, escuelas y universidades se acabe de una vez por todas. Ya no queremos ni un violador más en nuestro camino.