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Los otros zapatismos
E

l mes de noviembre que corre está lleno de simbolismos. Lo que más destaca en la memoria popular es que el 20 de noviembre de 1910 comenzó la Revolución Mexicana, afirmación que no es del todo cierta porque si bien fue la fecha fijada por Francisco I. Madero para iniciarla, pocos lo hicieron y los levantamientos fueron apareciendo poco a poco en los días siguientes. También fue un 28 de noviembre de 1911 cuando el general Emiliano Zapata llamó a los campesinos a firmar el Plan de Ayala, documento en el cual plasmaron sus ideales y que desde su firma fue la bandera bajo la cual se fueron a la Revolución para defender sus tierras.

En medio de este simbolismo, este año se cumple un centenario del asesinato del general Emiliano Zapata por órdenes del grupo del poder. Como no pudieron derrotar sus ideales, decidieron desaparecerlo físicamente pensando que de esa manera la lucha por la tierra llegaría a su fin. Vano intento, porque sus ideales y su lucha se mantienen todavía en el siglo XXI.

En ese contexto, un grupo de compañeros y amigos de Francisco Pineda Gómez, un historiador que con su pluma, su esfuerzo y su inteligencia imprimió otra dimensión al zapatismo y que, lamentablemente, nos dejó en septiembre pasado, hemos organizado un coloquio bajo el titulo Los otros zapatismos. Cobijados por El Colegio de San Luis, el Instituto Nacional de Antropología e Historia y el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, el acto se realizará los días 22 y 23 de noviembre en el Jardín Borda, ubicado en Cuernavaca, Morelos, y, además de honrar la memoria de un historiador del zapatismo, el acto busca valorar los esfuerzos que por el conocimiento de los movimientos zapatistas regionales se realizan en diversos estados de la República. En ese acto participan 16 investigadores de las entidades de Quintana Roo, Veracruz, Sinaloa, Oaxaca, Guerrero, Puebla, estado de México, Ciudad de México y, naturalmente, Morelos.

Cada uno de los participantes expondrá las maneras en que el zapatismo se manifestó en sus regiones, sus estrategias de lucha, sus alianzas y, sobre todo, las motivaciones de quienes se sumaron a la lucha revolucionaria bajo la bandera del Plan de Ayala.

Dicho de otra manera, la importancia del acto radica en será una oportunidad para conocer diversas expresiones del zapatismo en varias regiones de la nación, que no han encontrado suficiente eco en la historiografía y, por lo mismo, se espera que enriquezcan nuestro entendimiento de la corriente política más radical de la Revolución Mexicana. Entre los participantes se pueden ubicar tres regiones: los de Morelos, la Ciudad de México y los del estado de México; la de los estado de Oaxaca, Puebla y Guerrero, que se vieron influenciados por su cercanía con el Cuartel General del Ejército Libertador y la de los estados de Quintana Roo, Veracruz y Sinaloa, que no son propiamente una región, pero los une la lejanía del centro del mando militar de la revolución campesina.

Entre los participantes del primer grupo se hablará de la manera en que se dio la irrupción del zapatismo en Morelos y la manera en que se ha historiado, rescatando la mirada de los de abajo y el componente indígena y territorial de las reivindicaciones; entre los segundos se expondrá la manera en que el maderismo y el magonismo alimentaron la ideologia zapatista, las alianzas coyunturales entre rancheros y campesinos y los violentos choques entre ellos hasta casi llegar a una guerra de castas, que llevó a los costeños a restaurar el reino mixteco en plena lucha contra el porfiriato; se traerá a la memoria la toma de Chilpancingo por los zapatistas y la alianza de zapatistas y soberanistas oaxaqueños para enfrentar al carrancismo. El tercer grupo se referirá a la manera en que se expresó el zapatismo en Sinaloa y su relación con los indios mayos; de las alianzas con los felicistas en Veracruz, de los exiliados zapatistas en Yucatán y Quintana Roo y la política internacional del zapatismo, que la tuvo.

Como era costumbre en las filas zapatistas y es costumbre entre los pueblos sureños, el acto se cerrará con una fiesta, misma que será amenizada por estudiosos de la expresión zapatista a través de los corridos, de ayer y de hoy. Como se ve, los otros zapatismos es un acto que busca convertir la tragedia que es la pérdida de un gran estudioso del zapatismo en un espacio para discutir su aporte al conocimiento del zapatismo, la importancia de éste en la actualidad y su trascendencia más allá de nuestra nación. Los organizadores no ignoramos la importancia que para las actuales luchas de los pueblos tiene el conocer los ideales que hace 100 años movieron a los pueblos a levantarse en armas para defender la tierra, sobre todo cuando sus luchas se parecen mucho a las de aquellos tiempos. Eso también le da importancia al acto.