Opinión
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Isocronías

Ilustradores

E

stoy en Oaxaca para presentar un libro, un libro que desde luego no es mío sino del ilustrador, en este caso Manuel Monroy, a quien no tengo el gusto. Esto ocurre u ocurrirá precisamente hoy, este mismo miércoles. Y resulta –tal vez no deba decirlo– que de pronto en el avión me dije: debo quitarle el celofán a esta criatura, al pequeño y rectangular, casi cuadrado, volumen denominado Ruge como un jaguar.

Mucho me temo que el título no es mío, pero no recuerdo. Lo que recuerdo bien es que había visto las ilustraciones sin el texto y que es la primera vez que con el texto las veo.

Increíbles, excelentes, cualquier elogio sobra… Pero no voy al elogio. Voy a decir, y nada más, una cosa sencilla, quizá no siempre cierta, pero en mi caso sí: mis libros llamados infantiles, tres, no los he hecho yo, los han hecho los ilustradores, gente que tiene más magia que el poeta, si es que el poeta existe.

El primer libro (‘‘de autor”, como ahora se dice para cualquier tontería) infantil que hice (he participado en diversas antologías, vaya) no lo hice yo, sino nada menos que Carlos Pellicer López, sobrino y albacea del poeta tabasqueño; él hizo todo, y a mí me pagaron (todavía, no mucho, me pagan, cosa de agradecer por supuesto, a todos).

Hay algunas anécdotas al respecto pero me detengo en comentar que cosas que vi y cosas que imaginé él, de manera abstracta, las hizo realistas (valga la probable paradoja). Las re-vivió en sí mismo, las recreó como si él mismo las hubiera vivido. Todavía no puedo creerlo, y todavía no puedo creer que hasta ahora lo escriba. (El libro se titula, tal vez él mismo lo tituló, Un pajarillo canta). Cierta frase me acompaña desde hace muchos años. Esto dice: ‘‘Imagen es todo aquello que hace imaginar”.

Los niños, desde luego, son los sabios de la imaginación, pero en los libros infantiles los ilustradores son la palanca, el detonador –o el obturador–. Monroy, Pellicer y Érika Martínez, quien hizo preciosas imágenes para un libro de limitada circulación (Luna desvelada, sol madrugador), digo yo, y espero tener suficiente solvencia para decirlo, son los autores de mis libros infantiles.