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‘‘Es tiempo de conmemorar al fundador del México moderno, Hernán Cortés’’, lanza Christian Duverger

La historia de ese personaje es de una incomprensión absoluta y eso nos impide hoy entender qué pasó hace 500 años, sostiene el antropólogo francés // Dictó una conferencia magistral en el coloquio Pensar la Conquista, organizado por el Museo Nacional de Arte

 
Periódico La Jornada
Sábado 5 de octubre de 2019, p. 3

Este Cortés, fundador del México moderno, este Cortés, mestizo que ofreció a la Nueva España 2 mil años de antigüedad, de profundidad histórica, este Cortés, actor del renacimiento que fue un gran literato y promotor de la cultura prehispánica ‘‘merece una conmemoración”, sostiene el antropólogo e historiador francés Christian Duverger.

El especialista en civilizaciones mesoamericanas impartió una conferencia magistral sobre la figura de Hernán Cortés en la jornada inaugural del coloquio Pensar la Conquista, 500 años, organizado por el Museo Nacional de Arte (Munal), que ayer culminó.

León-Portilla ‘‘nos va a hacer falta’’

Al principio de su disertación, Duverger dedicó un ‘‘afectuoso recuerdo” al recién fallecido humanista Miguel León-Portilla, quien ‘‘nos va a hacer falta”. En seguida, reconoció que hablar de Cortés es difícil porque su historia es de ‘‘una incomprensión absoluta, de un malentendido realmente fatal. Vale la pena buscar por qué ocurrió eso, ya que esa incomprensión nos impide hoy entender qué pasó hace 500 años”.

Duverger ve ‘‘otros elementos” para explicar el fenómeno de incomprensión. Uno es ‘‘la famosa leyenda negra que vino desde Estados Unidos en 1823, año en que se presentó la Declaración de la Doctrina Monroe, cuyo contexto es la Independencia de México en 1821 y después de prácticamente todos los países de América Latina”.

Traducido con palabras actuales la Doctrina Monroe consiste en decir ‘‘a partir de hoy el nuevo colonializador del continente va a ser nosotros”. Para lograr este objetivo, ‘‘Estados Unidos decidió armar una contra-historia que llamamos la leyenda negra, que echa la culpa a España y los religiosos para justificar una operación de recuperación territorial. España replicó que no era realmente voluntad de la Corona, sino que la Conquista fue una iniciativa privada e independiente. España para defenderse de la acusación de Estados Unidos echó la culpa a los conquistadores y en especial a Cortés”.

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▲ Christian Duverger, antropólogo e historiador francés especialista en civilizaciones mesoamericanas, durante su disertación en el Museo Nacional de Arte.Foto Yazmín Ortega Cortés
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▲ Hernán Cortés (1485-1547), expedicionario español, en un retrato del pintor mexicano José Salomé Pina (1830-1909).Foto Imagen tomada de Internet

Por otro lado, ‘‘no contábamos con los elementos intelectuales para entender cómo funcionaba Mesoamérica y cómo funcionó la Conquista”. Para Duverger un tercer elemento que dificulta la comprensión sería ‘‘la sensibilidad muy propia de México en que el tema del mestizaje, la Conquista y la relación con España no es sereno, sino que manifiesta una especie de herida mal cicatrizada”.

Continuó: Finalmente, tuvimos que esperar hasta la segunda mitad del siglo XX para poder regresar de manera más aceptable al tema cortesiano. La gran revolución que tuvo lugar en el ámbito de la historia es lo que llamamos la escuela de los anales. Ésta nueva manera de hacer historia se cristalizó en la Escuela de Estudios Superiores en Ciencias Sociales, en París, institución a la que pertenezco. En vez de enfocarse en figuras históricas, se interesa en los contextos y en la vida real del pueblo.

Duverger señaló que el libro que el académico José Luis Martínez (1918-2007) consagró a Cortés en 1990, producto de una decena de años de investigación, es el equivalente en México del movimiento que tenía lugar en Europa. Martínez presentó los contextos antes de la llegada de Cortés, durante su época, aquí y después.

El conferenciante, quien en todo momento resaltó el mestizaje de Cortés, pidió ir más allá y buscar nuevos documentos y archivos que los hay: No podemos satisfacernos de este juego cerrado en que una cita corresponde a otra, porque finalmente todos estas son fuentes que vienen de Cortés.