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Ciudad perdida

La violencia tiene dueño // Golpear, fin

Y

a no hay duda: es la derecha, llámese X o como sea la que pretende convertir las calles de la Ciudad de México en campo de batalla para tratar de desestabilizar al gobierno local y golpear al presidente López Obrador.

Se sabe que por órdenes de muy arriba y con el consentimiento de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, se creó un grupo especial para investigar quiénes son y quién financia la violencia que ejercen estos grupos que se hacen llamar anarquistas.

Todo hace pensar que ya se tienen elementos firmes para pensar que los jóvenes X obedecen a grupos de presión adinerados, contrarios a las políticas impuestas por el gobierno de la Cuarta Transformación.

Pero contrario a lo que ese grupo –de derecha– pensaba, la orden la tarde de ayer fue cero represión, con lo que la violencia ordenada no encontró respuesta por más que trataron de obligar a los cuerpos policiacos a responder a sus agresiones.

Muy temprano ya se había tomado la decisión, y es que en el gobierno se sabe, a la perfección, que las manchas de sangre que deja la represión no se quitan nunca, pero además no resuelven el problema de las agresiones. Ningún dato puede confirmar que ir en contra, por ejemplo, de los jóvenes encapuchados inhibe su participación violenta.

Lo que sí parece urgente es que los resultados de las investigaciones que hablan, por ejemplo, de quien o quienes financian a ese piquete de agresores se den a conocer sin miedos ni titubeos para que sea la sociedad misma la que se entere de la personalidad de quienes dan el dinero para que los encapuchados se puedan trasladar, comprar pintura en spray y todo lo demás que usan en sus ataques.

Mucho se ha especulado sobre la identidad de la mano negra que actúa para provocar un incidente de mayor trascendencia en la capital del país. Esto porque se considera que esta ciudad es lo que se ha dado en llamar el bastión de la izquierda y el corazón del movimiento que llevó a López Obrador a la Presidencia de la República.

Hay quien asegura que esa mano negra tiene dueño en el Senado y ciertos aliados en alguna alcaldía fuera del control de Morena, y del PAN, y que es desde allí de donde salen los recursos que utilizan los agresores en las marchas.

Pero hay otros que aseguran que desde las filas de los políticos no alcanza para mover a esos contingentes, aunque hay otros capitales, siempre listos a atacar cualquier idea que apunte a la justicia social y que con mucha facilidad pueden tejer patrañas y provocar disturbios. Esos son capitales X.

De pasadita

Así que Felipe Calderón pagó condonando impuestos, entre otras cosas, los favores recibidos por el delincuente Carlos Ahumada. Los videos que forman parte de las estafas que ese personaje cometió en México, y que para gran cantidad de personas sirvió como argumento para justificar el fraude que puso a Calderón en Los Pinos y ahondó la desgracia del país, tuvo un precio. Parte de esos pagos fueron los más de 6 millones de pesos con que Calderón sufragó su deuda.

Por más que se diga, por más legal que hubiera sido condonar adeudos fiscales, lo que no podría perdonarse es que algún político pagara los favores recibidos con el dinero de los impuestos. Hoy eso ya no podrá repetirse, cuando menos en la parte que queda de este sexenio, pero sí queda claro que la administración de Calderón y el PAN fue un fracaso. Nada más.