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Hace 100 años nació Benny Moré, el Bárbaro del Ritmo

En entrevista, Arturo Núñez Jr. comparte recuerdos del sonero cubano

 
Periódico La Jornada
Martes 20 de agosto de 2019, p. 8

Hace 100 años, un 24 de agosto, nació la voz de oro de Cuba –como le decían en México–, el Bárbaro del Ritmo, Bartolomé Maximiliano Moré Gutiérrez (1919-1963), probablemente el más grande sonero que haya dado su país, mejor conocido como Benny Moré.

Quedan pocas personas que pueden jactarse de haberlo conocido. Uno de ellos es Arturo Núñez González (Ciudad de México, 1949), hijo del director de orquesta y pianista cubano Arturo Núñez (1913-1981), El Caballero Antillano. No sólo lo conoció, sino que Moré fue su padrino de bautismo, como consta en la boleta fechada el 25 de marzo de 1950 del Santuario Parro-quial de Nuestra Señora de la Piedad. Aunque su nombre aparece como Bartolo Moré.

En el momento en que Moré se convirtió en padrino del niño trabajaba en la Orquesta de Arturo Núñez junto con el cantante veracruzano Lalo Montané (1917-1987). Moré, quien había llegado a México en 1945 con el Conjunto Matamoros, ingresó a la orquesta de Núñez al salirse el cantante Kiko Mendive (1919-2000).

Cuando Kiko sale de la orquesta mi papá se queda sin cantante, entonces le hace pruebas a varios. Alguien le recomienda a Benny y se queda con él. Mi papá decía que al principio la voz de Benny no gustaba. Sería porque no estaba acostumbrado a cantar con orquesta, sino con grupos. Tiempo después se convirtió en la gran figura de la música cubana que es, dice Núñez González.

Dueto Fantasma

Antes de eso Moré había trabajado en el Conjunto Tropical Veracruz, de Raúl de la Rosa, junto con Lalo Montané, quien entró después de Benny a la Orquesta de Arturo Núñez. Siempre se ha hablado del entendimiento que había entre Benny y Lalo a la hora de cantar. Sólo tenían que mirarse a los ojos para saber qué había que hacer.

Se conocen cinco números que el lajero grabó con la Orquesta de Arturo Núñez. Sin embargo, en el sello del disco no aparecía el nombre de Benny por problemas de exclusividad con la disquera. Núñez estaba en Columbia y Moré en RCA Víctor. Entonces, se lee Dueto Antillano (también se les nombraba Dueto Fantasma) y entre paréntesis Lalo y Homero. El cantante y compositor cubano Homero Jiménez prestó su nombre hacia esos fines.

Foto
▲ Benny Moré en una imagen fechada el 17 de noviembre de 1949, dedicada a su ahijado.Foto cortesía de Arturo Núñez

Los números que grabó son: Pensamiento, Tengo para ti, Siguiéndote, Mira que eres linda y El cancán. Núñez González anota: En los cinco temas Lalo es la primera voz, mientras Benny le hace segunda.

Moré se fue de México a finales de 1950. Núñez también se vio obligado a regresar a Cuba en los años siguientes. Posteriormente mandó por su esposa mexicana y su hijo; permanecieron unos tres años. En La Habana el pianista abrió el bar Guadalajara en las calles de Oquendo, allí el niño Arturo tuvo oportunidad de ver a su padrino.

La última vez que lo vio fue en México en 1959: “Vivíamos en las alturas del Casino Antillano (propiedad de su padre), en Artículo 123 número 48. Un día regresé de la escuela y encontré a Benny comiendo y conviviendo con mis padres. En cierto momento mi papá tenía que ir a trabajar y Benny me preguntó: ‘m’ijo, ¿qué quieres que te regale?’ No se me ocurrió más que decirle que un reloj. Caminamos hasta San Juan de Letrán y nos metimos a una de estas tiendas que vendía muchos artículos cerca del cine Teresa. Me compró el reloj.

“Regresamos; todavía estaba mi papá. Convivieron otro rato y mi papá le preguntó: ‘¿quieres que te lleve a algún lado?’ Benny contestó: ‘no, Arturo, ahorita me voy al hotel’. Lo simpático de eso es que mi papá decía que Benny traía bastantes dólares porque venía de Nueva York. Sin embargo, salió caminando, a la vuelta, sobre la calle de Luis Moya, había un hotel de mala muerte donde se metió para pasar la noche.”