Cultura
Ver día anteriorMartes 13 de agosto de 2019Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
Romper el silencio en torno al incesto y la violencia sexual, pide investigadora

Gloria González-López disecciona ese complejo fenómeno en el libro Secretos de familia... publicado por Siglo XXI Editores

Foto
▲ ‘‘Una de las dimensiones políticas del estudio es que me convierto en testigo de una historia jamás contada. Hay varias aristas políticas y una es: ‘te voy a creer, no te voy a juzgar, no te voy a castigar’”, explica en entrevista con La JornadaGloria González-López, autorade Secretos de familia, incesto y violencia sexual en México.Foto Yazmín Ortega Cortés
 
Periódico La Jornada
Martes 13 de agosto de 2019, p. 6

El incesto, más que un secreto de familia, es un problema social complejo, de desigualdad de género y que afecta a niños y niñas de todos los estratos sociales, sostiene la investigadora y profesora universitaria Gloria González-López, autora de Secretos de familia, incesto y violencia sexual en México.

Publicado por Siglo XXI Editores, este título es resultado de 60 entrevistas hechas entre 2005 y 2006; primero se publicó en inglés en 2015 y ahora en castellano. El incesto visto con los ojos de quienes lo sufrieron en la infancia o adolescencia que generalmente en sociedades patriarcales, como la mexicana, se oculta y pocas veces se denuncia.

‘‘Una de las dimensiones políticas del estudio es que me convierto en testigo de una historia que jamás fue contada. Una es ‘te voy a creer, no te voy a juzgar, no te voy a castigar’”, explica en entrevista con La Jornada la doctora en sociología y catedrática en la Universidad de Texas en Austin, experta en estudios de género, violencia sexual, desigualdad social y sexualidad.

Contacto en la familia; coercitivo o involuntario

Gloria González-López define el incesto como ‘‘ese contacto que se da en la familia, que puede ser coercitivo o involuntario o que puede tener ambos elementos, y que es muy matizado, pero que ocurre en un contexto de poder y control. Eso a nivel conceptual, como para poder hablarlo. Es como la primera capa. Tuve oportunidad de conversar con compañeras que trabajan estos temas en Nuevo León, en Monterrey, y era: ¿cómo hacemos para cambiar las leyes, cómo le entramos? Está el incesto como lo definen los códigos penales: si es un delito contra la familia, ¿a quién se protege? Es muy complejo. Es un concepto que se ha salido con la suya en una sociedad patriarcal, que se disfraza de muchas cosas. Si pudiéramos antropomorfizarlo sería muy interesante, complejo y sexista”.

–¿Hay solución?

–Si el incesto es un problema de desigualdad de género y social que se da en la familia, una de las soluciones es explorar maneras de promover la democracia de género en las familias mexicanas con cosas muy sencillas y de la vida cotidiana: que el niño lave sus platos porque su hermana no está para servirle. Que la niña decida si da un beso o no a un familiar. Respetar los sentimientos que de manera tan auténtica expresan las niñas y los niños. Los derechos humanos de las niñas y los niños, tenemos que trabajarlo ahí. Revisitar lo que se conoce como educación sexual, que debe tener otras dimensiones.

‘‘Pensar en una re-evolución. En pequeños compromisos. Me interesa que las personas leanel libro, las que están en las escue-las, en las primarias, en prescolar, en las instancias infantiles y digan: ‘¿qué podemos hacer?’, y comenzar a trabajarlo a nivel de comunidad con la misma gente.

‘‘También es fundamental creer a niños o niñas. En el libro está el caso de una mujer que sufrió este abu-so cuando era niña, pero lo superó sin terapias gracias a que cuando se lo platicó a su mamá, ésta le creyó. Ahora es una mujer con una relación estable, que educa a sus hijos.”

Violencia incestuosa, como girar un caleidoscopio

Una de las conclusiones del libro, añade González-López, es que ‘‘todas las expresiones de violencia están interconectadas” y estas agresiones son también el origen de muchos de los problemas en las sociedades.

‘‘Mediante las historias de incesto, de violencia incestuosa, es como si giráramos un caleidoscopio; le das una vuelta y te da el lente a través del cual ves un ángulo de la sociedad”, y también es necesario dejar de verlos como problemas que deben permanecer dentro de la familia y que se tiende a ver como algo normal.

‘‘Claro que no es normal; además la violencia sexual en la familia es un problema de desigualdad de género a nivel social. El reportede Endireh (Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares, que elabora el Inegi) de 2017 reveló que los principales agresores son los tíos. En Estados Unidos también algunos estudios señalan que son los tíos. Es interesante que no ha recibido tanta atención.

‘‘En la literatura se ve como un problema de la familia, nuclear, pero es un problema social, de desigualdad de género muy serio, pero como hay tanta vergüenza y culpa, y esta otra parte que es muy interesante: cuando no se utiliza la fuerza física, y hay una cierta cuestión de seducción, entonces la mujer dice: ‘no estuvo tanmal; además mi tío ha sido bueno con nosotros’.

‘‘Está la cultura del silencio, que en el caso de México no es algo nuevo, y que es muy fuerte; entonces, ¿cómo romperlo con fines de no tan sólo hacer justicia, sino también sanar a la persona? Las mujeres tenemos el derecho a una vida libre de violencia y ahora ya contamos con la ley de los niños y las niñas.

‘‘Las feministas, teóricas, investigadoras, hemos hablado cómo la familia se ha establecido así, como un sistema de propiedad.

‘‘El derecho de propiedad que tiene el padre de familia sobre la esposa, las hijas, los hijos, se ve a las niñas y los niños como subhumanos. Si algo les pasa es ‘no entiende’, ‘no sabe’, ‘se le va a olvidar’, ‘estaban jugando’.”

–¿Cómo sigue adelante después de escuchar todas estas historias?

–Es el siguiente libro que estoy preparando precisamente y es sobre autocuidado. El sufrimiento humano tiene cierta carga de energía y es algo que no sabía.