En Iztapalapa, la presencia de la Guardia Nacional (GN) logró inhibir y mantener bajo control la comisión de ilícitos, pero en la baja de los índices delictivos han incidido otros factores que tienen que ver con el tema social y la atención en el rezago de los servicios urbanos, afirmó la alcaldesa Clara Brugada.

A un mes del ingreso de los efectivos militares en las zonas de mayor incidencia delictiva, consideró que su presencia se debe mantener hasta lograr mejores condiciones para la pacificación de las zonas más conflictivas, pues si los quitamos de donde están ahora, van a regresar los problemas, porque se meten a los andadores más díficiles y sí han tenido un impacto en la población.

Como botón de muestra, señaló que Desarrollo Urbano Quetzalcoatl y la Unidad Ermita, donde realizan patrullajes, forman parte de las 22 colonias de la demarcación que concentran 40 por ciento de los delitos de alto impacto, donde al inicio de su gestión no sólo se reforzó la presencia policiaca, sino que se puso en marcha un programa piloto denominado Diálogos por la paz y el bienestar.

Desde el 24 de diciembre comenzamos con asambleas diarias para atender las demandas de los vecinos. Nos pedían de todo y los atendimos. Se renovaron luminarias, se taparon baches, se hicieron podas, balizamientos. También comenzamos a impulsar el deporte, la cultura; realizamos 250 actividades a la semana. En fin, ahorita llevamos 60 orquestas comunitarias.

En abril, agregó, se hizo una evaluación y se detectó que se había logrado reducir 22 por ciento los delitos de alto impacto, al pasar de 360 a 280, en la mayoría de las colonias a excepción de Desarrollo Quetzalcóatl Urbano y la Unidad Ermita, donde se logró contenerlos.

La alcaldesa recordó que en julio ingresó la GN, y al concluir el mes se realizó un nuevo diagnóstico y se encontró que en Desarrollo Urbano Quetzalcóatl bajaron los delitos de alto impacto de 65 en diciembre a nueve en julio, mientras en Ermita pasaron de 31 delitos a 12 en el mismo periodo.

“Eso no quiere decir que llegó la GN y todo cambió. No. Es sólo un factor, porque antes hubo un trabajo previo, una estrategia, un esfuerzo de los tres niveles de gobierno para cambiar la realidad en las colonias.

El panorama, difícil

La incidencia bajó 28 por ciento en todo Iztapalapa, al pasar de mil 62 a 759 los delitos de alto impacto. Tenemos que ver cúal es el comportamiento en los próximos meses, pero al menos en esas dos colonias, que nos habían costado mucho trabajo, hubo una caída drástica de los delitos”.

Admitió que el panorama es difícil porque 50 por ciento de los homicidios dolosos que se cometen en Iztapalapa tienen que ver con la disputa entre bandas que operan en la demarcación.

Comentó que recibió la demarcación sumida en una grave crisis de inseguridad con una tendencia al alza en los delitos de alto impacto, con un incremento de 34 por ciento de 2015 a 2018, periodo en el que el homicidio doloso pasó de nueve a 15 por cada cien habitantes, cifra superior a la media en la capital del país, ubicada en 13.2 por cada cien habitantes.

En el primer semestre del año, añadió, se logró disminuir, al pasar de 35 homicidios en diciembre a 20 en julio, mes con la menor cantidad de esos delitos.

Confió en que a principios de año esta tendencia a la baja que se ha registrado se consolide, pero de ninguna manera vamos a cantar victoria hasta que la gente de Iztapalapa se sienta segura.