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Muestran al público mural de Páez Vilaró que por décadas estuvo a la sombra en un túnel de Washington
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▲ Detalle del mural Raíces de la paz que Carlos Páez Vilaró pintó en 1960 en un túnel que comunica dos edificios de la Organización de Estados Americanos en Washington, DC, a dos cuadras de la Casa Blanca. Ahora esa obra maestra es admirada por el público.Foto Afp
 
Periódico La Jornada
Sábado 3 de agosto de 2019, p. 4

Washington. Un mural del artista uruguayo Carlos Páez Vilaró (1923-2014) pintado hace casi 60 años en un túnel que comunica dos edificios de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington fue abierto al público tras permanecer décadas en la sombra.

‘‘Esta obra maestra está a unos metros de la avenida Constitución, cerca a la Explanada Nacional, un piso bajo tierra’’, dijo el director del Museo de Arte de las Américas, Pablo Zúñiga.

Páez Vilaró, viajero incansable y enamorado de la cultura afro y el candombe, exploró las artes plásticas y el documental y dejó su marca en el paisaje uruguayo con Casapueblo, su casa-museo-taller modelada con sus manos sobre los acantilados de la localidad de Punta Ballena, que definió de ‘‘una escultura habitable’’.

El impresionante fresco de 160 metros titulado Raíces de la paz que –durante años fue visto sólo por funcionarios de la OEA– está ubicado en un largo túnel por donde pasan las canalizaciones para la calefacción y el agua.

Retrospectiva del artista

La apertura de la pieza al público coincide con una retrospectiva del artista en el Museo de Arte de las Américas, que pertenece a la OEA, donde se puede ver la evolución de Páez Vilaró, pero también la historia del mural. La exposición concluirá el 8 de septiembre.

El fresco fue pintado en 1960 después de que el entonces jefe de la División de Artes Visuales de la organización regional, el cubano José Gómez Sicre, le ofreció el espacio para consolarlo por una obra suya que había sido destruida en Montevideo.

Páez Vilaró consiguió en Uruguay que una fábrica de pinturas le donara 400 kilos de óleo y viajó a Washington donde, en apenas un mes y sin cobrar, terminó el mural ayudado por estudiantes de arte de la Universidad de Maryland y de la Escuela Corcoran.

En el túnel los trazos del artista están marcados hasta en las llaves de paso, lo que confiere al lugar un aspecto industrial, donde los perfiles picassianos de Páez Vilaró pintados en colores primarios conviven con las señalizaciones luminosas de Exit del túnel.

El mural fue restaurado en 1975 por el propio Páez Vilaró y después volvió a ser retocado por Roberto Arce en 2002. Este año la obra fue de nuevo restaurada para evitar la erosión del agua.

‘‘El hecho de que el restaurador firme la pieza, no es muy habitual’’, destacó Zúñiga.