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Barry toca tierra en EU con fuerza de huracán, pero se degrada a tormenta
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▲ Habitantes de Nueva Orleáns batallan con la lluvia y el viento, ayer, antes de que Barry tocara Luisiana con fuerza de huracán categoría uno.Foto Ap
 
Periódico La Jornada
Domingo 14 de julio de 2019, p. 20

Nueva Orleáns. La tormenta tropical Barry tocó tierra ayer en el sur de Luisiana tras alcanzar brevemente la fuerza de un huracán categoría uno, sin embargo aún amenaza con aguaceros y marejadas a millones de personas, informó el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (CNH).

Barry, que inaugura la temporada de huracanes del Atlántico de 2019, llegó a tierra por la ­tarde cerca de Intracoastal City con vientos de 120 kilómetros por hora y hasta volverse tormenta otra vez con vientos de 112 kilómetros por hora, indicó el CNH.

La tormenta pondrá a prueba las obras de prevención de inundaciones que se realizaron en la zona después de que el devastador huracán Katrina de categoría 5 inundó 80 ciento de Nueva Orleáns y causó unas mil 800 muertes en 2005.

Antes de su llegada, el meteoro ya había causado apagones e inundaciones la mañana del sábado, especialmente en zonas costeras del Golfo de México de las que fueron evacuadas miles de personas. De momento no hay reportes de fallecidos.

Al amanecer del sábado, más de 45 mil personas en el sur de Luisiana se encontraban sin electricidad.

La extraordinaria cantidad de humedad que arrastra Barry presenta un potencial de fuertes lluvias también en la zona norte de Estados Unidos, advirtió Ken Graham, director del CNH.

Como la tormenta se desplaza lentamente, las precipitaciones son un problema para los cursos de agua y aumentan el riesgo de inundaciones repentinas, incluso en estados que están alejados del Golfo de México, como Misuri, declaró Graham.

El nivel del mar y del lago Pontchartrain, a orillas del cual se encuentra Nueva Orleáns, presentaban en la mañana un aumento que podría llegar hasta 1.8 metros.

El gobernador de Luisiana, John Bel Edwards, aseguró que Nueva Orleáns está bien preparada para resistir a la tormenta, pero instó a los residentes a estar atentos; y las autoridades llamaron a la gente a permanecer fuera de las calles. Nadie debería tomar esta tormenta a la ligera; insto a todos a mantenerse informados, tuiteó Edwards.

Las lluvias podrían originar anegamientos y crecida de aguas en zonas costeras al suroeste de Nueva Orleáns, además de Baton Rouge y Lafayette. Sin embargo, la amenaza de inundaciones graves debido a los niveles históricamente elevados de las aguas del río Misisipi parecía haberse disipado, indicó el Servicio Nacional de Meteorología.

Las autoridades instaron a los residentes de Nueva Orleáns a asegurar sus casas, abastecerse con suministros básicos y refugiarse antes del impacto de Barry. Algunos habitantes nerviosos optaron por dejar la ciudad y funcionarios reportaron un éxodo abrupto de turistas.

El presidente Donald Trump declaró estado de emergencia para el estado el viernes, lo que pone a disposición fondos federales para asistir a personas en caso de desastre.