En México, sólo 17 de cada 100 jóvenes que no estudian tienen un salario suficiente para vivir. En la comparación con otros países de América Latina, destaca por hallarse al fondo de la lista. Por debajo sólo se encuentra Honduras, revelan datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

El mercado laboral de México funciona sorprendentemente mal, comentó al respecto David Kaplan, investigador de mercados laborales en el organismo, luego de su participación en el seminario Pensiones y Salud, organizado por la Asociación Mexicana de Actuarios Consultores.

De acuerdo con datos que se agrupan en el Índice de Mejores Trabajos que elabora el BID, por arriba de México en salarios para jóvenes están 15 países más. Inmediatamente encima se encuentran Guatemala, Nicaragua y El Salvador, dos de ellos en el Triángulo Norte de Centroamérica, una de las regiones donde la violencia ha acelerado la migración en la región.

El resultado (para México) no se explica porque los jóvenes no están trabajando, sino porque sus salarios son bajos. Parecen ser especialmente reducidos en una comparación regional, dijo al dar cuenta de que la metodología del BID, con cifras a 2015, subraya que un sueldo suficiente equivale al menos a un dólar con 95 centavos por hora.

Ese panorama también acentúa que siendo México el país más rico per cápita de la región y la segunda economía más relevante, ocupa el lugar 13 de 17 en mejores salarios generales. Pero el factor informalidad sigue inclinando la balanza, pues seis de cada 10 empleados que laboran en esas condiciones se enmarcan en índices por arriba de los de Argentina, Brasil y Chile.

No hay diagnóstico certero de qué es lo que sucede en el país y del porqué de los índices de precariedad en el mercado laboral mexicano, con el agravante de que los salarios para los más jóvenes la subrayan, admitió el investigador del BID.

Sin embargo, se enlistan factores. El tema sindical que se ha estancado en la defensa de los derechos laborales, la productividad, el sistema de seguridad social y los impuestos altos a personas que menos ganan.

“Creo que es una combinación de muchos factores, pero decir exactamente por qué el mercado laboral en México funciona sorprendentemente mal, un diagnóstico o una explicación completa, definitivamente yo no lo tengo (…) el mercado laboral no está funcionando bien. Es un hecho.”

En ese sentido, aseguró que con un mejor cumplimiento de la Ley Federal del Trabajo se puede avanzar en cambiar esa tendencia, donde las contrariedades entre los indicadores de una economía como la mexicana y el reflejo en su capacidad para dar condiciones adecuadas a sus trabajadores hacen de México un caso atípico.

Sobre los programas de becas implementados por el gobierno bajo Jóvenes Construyendo el Futuro, consideró que son positivos y se debe reconocer que no existía algo similar. No obstante, el especialista difirió del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien frente a la baja en la creación de empleo formal ha dicho que la política social ha creado puestos laborales.

“Es otra categoría, no es empleo (…) Si muchos de esos jóvenes consiguen trabajos después, en ese caso habrá sido un buen programa, pero mientras sean becarios no son empleados”, subrayó Kaplan.

No por ello deja de ser menos importante su registro, apuntó. Creo que debería reportarse el número de becarios de ese programa. Es bueno. No es correcto simplemente sumar eso a la cifra de empleo, pero eso no quiere decir que no sea un logro tener un programa que no existía hace un año, manifestó.