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Ancira: impunidad, otra vez // Abogánsters atacan de nuevo

L

os abogánsters tienen perfectamente trazado el caminito a seguir cuando el objetivo es evitar mayores consecuencias legales a su selecta clientela, aunque en ocasiones algunas molestias resulten inevitables. Son los protectores de los políticos y empresarios de siempre, y es ya tal el descaro en este cerrado circuito, que ahora el acusado(Lozoya) y el acusador(Gertz Manero) son representados por el mismo defensor (Coello Trejo). Todo en familia, como es normal.

La noticia llega de Palma de Mallorca: el juez central de instrucción uno de la Audiencia Nacional de España resolvió decretar la libertad bajo fianza al empresario Alonso Ancira Elizondo (cabeza visible de Altos Hornos de México), acusado en México de cometer operaciones con recursos de procedencia ilícita. La Fiscalía General de la República informó que las autoridades españolas le fijaron una garantía de un millón de euros al accionista principal de la empresa AHMSA.

Resolvió que Ancira debe comparecer cada dos días ante el juzgado o tribunal que conozca de la causa o en el domicilio que fije, y le prohibió salir del territorio español; le retiró los pasaportes (mexicano y estadunidense) y le ordenó facilitar un teléfono celular a fin de estar localizado. Lo anterior no significa, de ninguna manera, que la persona quede exonerada de los delitos de los que le acusa la Fiscalía General de México ( La Jornada, Gustavo Castillo).

Más allá del golpe original (órdenes de aprehensión en contra de Emilio Lozoya y Alonso Ancira Elizondo), la acción de la Fiscalía General de la República no ha sido mayormente efectiva, porque a estas alturas el ex director general de Petróleos Mexicanos se mantiene prófugo de la justicia; el mafioso empresario ha dejado la cárcel para seguir su proceso en libertad con todas las comodidades del caso; ninguno de los integrantes del consejo de administración de la ex paraestatal ha sido involucrado en el proceso, y Pemex no ha recuperado un solo centavo del atraco por Agronitrogenados. ¿Será que, como amigos y clientes a la vez, Gertz Manero y Coello Trejo se ayudan entre sí sólo para retroalimentar el espectáculo mediático sin llegar a ninguna parte, salvo la impunidad de los acusados?

Dice el presidente López Obrador que puede ser inmoral que Coello Trejo a la vez sea abogado de Lozoya y de Gertz Manero, pero eso le corresponde resolverlo a él (al titular de la FGR). Sin embargo, ante la posibilidad de perder alguno de sus clientes, el abogánster chiapaneco asegura que no tiene nada de inmoral.

El hecho es que las tramas de Alonso Ancira Elizondo y Emilio Lozoya resultan ser prácticamente fotocopias de procesos anteriores, en los que empresarios y funcionarios de lesa progenitora fueron acusados por la supuesta autoridad, avisados a tiempo por ella misma para que cómodamente huyeran del país, para después ser cariñosamente capturados en terceras naciones y ser extraditados sólo para regresar a México con una tonelada de amparos bajo el brazo para no tocar la cárcel autóctona, seguir el proceso en libertad y, finalmente, ser exonerados por la misma autoridad que supuestamente los perseguía. Todo ello, desde luego, en medio de un festival de reparto de billetes, uso de contactos políticos y efectivísimos abogánsters.

Cómo olvidar casos como los de Carlos Cabal Peniche (el empresario modelo de Carlos Salinas de Gortari, aprehendido en Australia), Ángel Isidoro Rodríguez, El Divino (también capturado en Palma de Mallorca), Óscar Espinosa Villarreal (defendido por Ernesto Zedillo, aunque pasó algunas semanas en la cárcel de Managua). Y en México, ninguno pisó cárcel. Por el contrario, fueron exonerados y rehabilitados, toda vez que la técnica de la extradición con amparo bajo el brazo ha sido probada de manera exitosa. Implica algunas molestias, cierto es, pero finalmente garantiza impunidad.

Las rebanadas del pastel

En síntesis, como dicen los clásicos: En la cárcel estamos los pendejos; fuera de ella, los hampones.