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“Las nuevas generaciones aún se identifican con Amora, a 30 años de su publicación”
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▲ Rosa María Roffiel y María Elena Olivera charlaron sobre el libro, que rompe tabúes y que ha ayudado a mujeres a amar a sus hijas lesbianas.Foto Jesús Villaseca
 
Periódico La Jornada
Domingo 23 de junio de 2019, p. 3

El libro Amora es un canto a la solidaridad de las mujeres; que aborda muchos temas y rompe muchos tabúes; ha ayudado a mujeres a comprender y amar a sus hijas lesbianas, mencionó la escritora Rosa María Roffiel en torno a su novela que cumple 30 años de publicada.

Durante una charla realizada hace unos días en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, la narradora, poeta y periodista se refirió a su novela, catalogada como la primera con tema lésbico editada en México, en el contexto del mes de la diversidad sexual.

En una intervención, la investigadora María Elena Olivera Córdova la describió como la primera novela lésbica feminista de México y quizá de América Latina, y refirió que cuando se publicó, estuvo en tercer lugar de ventas, sólo superada por El general en su laberinto, de Gabriel García Márquez, y Como agua para chocolate, de Laura Esquivel.

Rosa María Roffiel recordó que en 1981, publicó una investigación de la casi invisible presencia de las lesbianas en la literatura mexicana, que es patética.

María Elena Olivera Córdova abundó que las primeras menciones de las lesbianas en la literatura mexicana ocurrieron en los años 20 del siglo pasado, en Santa, de Federico Gamboa, y luego por Heriberto Frías, José Revueltas, Juan García Ponce, René Avilés Fabila y Rafael Gaona. Se les describe a partir del imaginario de prostitutas o de que se les que permite ser asexuadas o como personajes con una desviación, violentas o promiscuas.

Luego autoras como Pita Amor y Beatriz Espejo le van componiendo, ya por lo menos no son ni prostitutas ni asesinas, pero son muy infelices. Rosa María no se enfrenta a un territorio neutral.

Roffiel describió a Amora como una novela urbana. Cuando salió hizo mucho ruido, hubo 20 reseñas y sólo dos negativas. Fue un fenómeno, sigue siéndolo para mi sorpresa. Las nuevas generaciones se siguen identificado con la obra.

Es un libro con muchísimo sentido del humor. Es muy profundo y muy desgarrador en las partes que hablan de la violación. Yo formé parte del primer centro de apoyo a las mujeres violadas en la Ciudad de México.

Leyó el capítulo de su novela Tomando tequila con Tina y Frida: “Diego se convirtió en su universo. En cambio, para él, la pintura y el partido eran primero. Él la quería. Para ella, él era un Dios. Claro, por eso hay tan pocas mujeres genias. Mientras nosotras nos entregamos, nos deprimimos, nos desgarramos, ellos producen(…) Lo ideal para nosotras sería aprender a priorizar sin perder nuestra capacidad de amar. Pero ¿Cómo se logra eso?

“¿Es cierto que eran lesbianas?, pregunta Claudia a boca de jarro.

“–Perdón.

“–Tina y Frida, que si eran lesbianas.

“–Más bien eran seres sexuales, como todos.

“–Cómo es eso.

“–Seres sexuales con capacidad para relacionarse amorosamente con cualquier sexo, para enamorarse de las esencias y fijarse después en las envolturas. Lo demás son etiquetas.”

Rosa María Roffiel también leyó fragmentos de su libro de relatos El para siempre dura una noche y algunos poemas.