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Theresa May deja el liderazgo del Partido Conservador británico
 
Periódico La Jornada
Sábado 8 de junio de 2019, p. 24

Londres. Theresa May dejó ayer el liderazgo del Partido Conservador británico y, aunque continuará como primera ministra hasta que se designe a su sucesor en julio, abandona las riendas de un Brexit convertido en pesadilla, tras otra desastrosa noche electoral para su formación.

Reino Unido debía abandonar la Unión Europea (UE) el 29 de marzo, pero la incapacidad de May para que el Parlamento británico aprobase el acuerdo que negoció con Bruselas, la obligó a aplazar la salida hasta el 31 de octubre.

Su dimisión no dio lugar a ningún acto, May presentó su renuncia en una carta privada a la dirección del partido, que lanzó oficialmente el llamado a candidaturas para designar a su sucesor, proceso que debe culminar a finales de julio.

Sin embargo, con su partida no desaparecen los obstáculos para un Brexit hasta ahora imposible: la UE rehúsa renegociar el acuerdo y el Parlamento británico ha dejado clara su oposición tanto a este texto como a un Brexit sin acuerdo.

Para los analistas el único modo de salir de este bloqueo en un Parlamento donde el Partido Conservador no tiene mayoría absoluta es convocar comicios generales, pero los Tories no quieren ni oír hablar de ello tras sufrir tres desastrosos resultados electorales en un mes.

Once conservadores aspiran de momento a tomar las riendas del partido y del gobierno, encabezados por el exministro de Relaciones Exteriores Boris Johnson.

Este polémico político de 54 años se apuntó una importante victoria ayer al lograr que la justicia desestimase un caso por mala conducta en cargo público presentado contra él por el empresario británico Marcus Ball, quien lo acusaba de mentir deliberadamente durante la campaña del referendo de 2016, en que su intervención fue decisiva para la victoria del Brexit por 52 por ciento, al afirmar que Reino Unido enviaba 350 millones de libras (440 millones de dólares) semanales a Bruselas.

La Alta Corte de Londres no argumentó su decisión, pero se declaró convencida por los argumento de la defensa, que denunció la acusación como políticamente motivada.