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Celebra titular de Cultura de Jalisco la calidad de la filarmónica de ese estado

Es nuestra institución cultural más completa y consolidada, define Giovana Jaspersen // Dirigida por Jesús Medina, la agrupación inauguró su segunda temporada del año // El pianista ruso Dmitry Masleev, solista de la orquesta en el Teatro Degollado

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▲ Jesús Medina en el podio de la Filarmónica de Jalisco, en el Teatro Degollado, donde interpretaron, entre varias obras, El festín de los enanos, del mexicano José Rolón.Foto Arturo Campos Cedillo
Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 8 de junio de 2019, p. 2

Guadalajara, Jal., ¿Qué mejor para un ruso que tocar ante el público música de Chai-kovsky y Mussorgsky? Por eso el pianista Dmitry Masleev (Ulan-Ude, Siberia, 1988) pudo también tocar con los dedos las fibras internas del Teatro Degollado, casi lleno hasta galeras en el concierto para piano y orquesta número 1 en si bemol menor, Opus 23 y los cuadros de una exposición, piezas con las cuales se inauguró la segunda temporada del año de la Orquesta Filarmónica de Jalisco (OFJ).

La noche del jueves, en una función que se repetirá este domingo al mediodía, los 98 músicos de esa agrupación siguieron al solista sin parpadear, sujetos a sus tiempos y énfasis, a paso de tren echando humo por las estepas junto al lago Baikal, o bajo la ensoñación de oropel en los salones afrancesados de San Petersburgo en el siglo XIX.

El director titular de la OFJ, Jesús Medina Villarreal (Monterrey, 1959) no quiso dejar todo el programa para lucir el virtuosismo en la ejecución de Masleev o los músicos de esa filarmónica, tampoco a la composición de los dos clásicos rusos y por eso en la primera parte del concierto presentó El festín de los enanos, Opus 30, del jalisciense José Rolón (Zapotlán El Grande, 1876-Ciudad de México, 1945).

Tras un final trepidante, el solista, la orquesta y el director fueron ovacionados por un público heterogéneo, de pie.

Obras de mexicanos y latinoamericanos

Antes de los últimos ensayos del exitoso concierto, Jesús Medina dijo que la programación de la segunda temporada no salió sólo de su iniciativa, pues también participaron los directores invitados, los solistas y, aunque no lo dijo, es notorio que también contribuyó Giovana Jaspersen, titular de la la Secretaría de Cultura local.

Para la segunda temporada tienen preparados ‘‘contrastes muy interesantes” que incluyen autores mexicanos y latinoamericanos, jaliscienses, solistas locales, obras de repertorio como las que interpretó Masleev al piano, pero también Dreaming of the masters, con el trompetista Jens Lindemann haciendo los honores a la composición de su amigo Alan Gilliland, partitura ‘‘muy basada en el género del jazz”.

‘‘Y más adelante, en el tercer segmento del año tenemos previsto ir fuera de la ciudad. La intención es que se presente como OFJ con todos sus músicos, entraremos en pláticas con alcaldes para ver si cuentan con las posibilidades de recibir una orquesta de este tamaño”, anunció.

El maestro Medina se veía contento, los números de una ocupación promedio de 840 butacas en el Teatro Degollado durante la primera temporada (el aforo es de 950 lugares) así lo mantienen, confiado en que la calidad de sus músicos más allá de los programas, es lo que logró tal afluencia.

‘‘Esta es una orquesta de exportación, pero primero que nada hay que asentarse no solamente en la ciudad sino en el estado, consolidarse y poco a poco ir abriendo el campo. Queremos hacer una gira nacional más adelante y en 2021 pensar en una internacional. Será muy interesante presumir esta orquesta con el nombre de México y Jalisco”, dijo.

Orquesta para todos

Giovana Jaspersen también se notaba satisfecha con los números. Durante los conciertos de la OFJ en el Teatro Degollado, en la primera temporada, el incremento de público ha sido del orden de 11.79 por ciento, es decir, ‘‘2 mil 51 personas más que la temporada anterior”.

Además, apuntó la funcionaria, hubo un cambio en el perfil de las personas que asisten, pues antes la mayoría estaba entre 50 y 60 años de edad con ‘‘un nivel que respondía al concepto tradicional de la orquesta como algo clasista, únicamente para cierto sector”.

Ahora, informó Jaspersen, 53 por ciento de los asistentes son jóvenes entre 18 y 35 años atraídos por una difusión más amplia, por lo que que no duda en calificar de ‘‘nuestro producto cultural más consolidado, más completo y de mejor calidad artística”.

Explicó que justo por eso la labor de la OFJ va más allá y debe promoverse y participar en iniciativas de responsabilidad social, de equidad de género, incluso de justicia histórica y musical.

‘‘Nosotros pedimos (al director) que se tocara a una compositora, porque muchos nombres no han entrado a la historia y se siguen interpretando pensando que eran varones. Por ejemplo en la prime-ra temporada se interpretó una obra de Fanny Mendelssohn, hermana de Felix Mendelssohn; ella compuso más de 400 piezas ymuchas de ellas se atribuyeron a Felix”, sustentó.

‘‘En cuanto a la equidad, nos parecía que para nuestra orquesta era fundamental entrar en ese diálogo internacional.”

Herramienta para el desarrollo cognitivo

Ante una política de responsabilidad social, Jaspersen celebra que se han llevado concertistas de la OFJ a los llamados núcleos ECOS (Ensambles, Coros y Orquestas Comunitarias), red estatal que abarca 39 escuelas de música en las que se promueve el aprendizaje musical como herramienta para el desarrollo cognitivo y ciudadano, dirigido a colonias y comunidades marginadas y a niños y jóvenes de seis a 16 años.

En cuanto a la presencia de solistas de renombre internacional que han sido y siguen siendo invitados para participar en las temporadas de la OFJ en el Teatro Degollado, Jaspersen estimó que tienen un doble propósito, buscando ejercer de la forma más responsable la inversión para traerlos.

‘‘Hacemos clases magistrales de los invitados; si se va a invertir en ellos que también dejen una semilla. De las experiencias más importantes está la de Alexander Markov, uno de los violinistas a escala mundial de marca en lo técnico y la destreza; tuvo una verdadera clase magistral con todas las cuerdas (de la OFJ)”, rememoró.

El propósito de esta semilla es una inversión que no finalice tras los aplausos durante los conciertos, sino que sea una ‘‘programación para el futuro”.