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Mettavolution, producción de toma de conciencia de Rodrigo y Gabriela
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▲ Los guitarristas mexicanos, radicados en Europa, en sesión de fotos antes de un concierto en un hotel de Nueva York.Foto Afp
 
Periódico La Jornada
Jueves 23 de mayo de 2019, p. 7

Rodrigo y Gabriela, quienes utilizan sólo guitarras acústicas con cuerdas de nailon para crear un estilo único y frenético, con acordes potentes y elementos de percusión, se embarcaron en una gira mundial con su primer álbum en estudio en cinco años, Mettavolution.

El título de la producción engloba su desarrollo musical, mental y espiritual, luego de saltar a la fama hace más de una década. En su trayectoria han desbancado de las listas de popularidad irlandesas a los Artic Monkeys, pero antes –nadie lo podría pensar– sobrevivieron en las calles, generaron respaldos sociales y se hicieron fuertes.

Desencantados con la escena roquera de su natal México, Rodrigo y Gabriela, quienes fueron pareja durante muchos años, se mudaron a Europa a fines de los 90 y se instalaron en Dublín, donde comenzaron a tocar en la calle y en pubs locales su fusión de metal con sonidos latinos.

Tras el éxito instantáneo de su álbum epónimo, en 2006, rápidamente ganaron fama mundial y comenzaron a tocar en festivales de todas partes, incluso en la Casa Blanca para el presidente Barack Obama.

Rodrigo Sánchez conoció a Gabriela Quintero en su adolescencia en el entonces Distrito Federal. Él tocaba la batería y formaron Tierra Ácida. Ambos reprobaron el examen para entrar al conservatorio y decidieron interpretar rock, pero tuvieron que hacerlo en los antros más escabrosos –que los hay, y muchos– en la capital del país.

Después se fueron a Ixtapa, Zihuatanejo, donde tocaron en los bares y en vestíbulos de hoteles. Juntaron dinero y ya no se hallaban ni aquí ni allá. Decidimos viajar a Europa, dijo hace unos años Gabriela. Y se fueron a Dublín. Era el lugar más desconocido para nosotros, añadió la guitarrista. Los mil dólares que llevaban se acabaron. Y a tocar de nuevo. Ganaron buena reputación. Pretendían interpretar metal, pero lo que les salía se oía latino. Hoy la vida les sonríe, usan ropa de marcas reconocidas y su objetivo no es conquistar al público mexicano.

Su disco reciente es un álbum más melódico que los anteriores, sonido que lograron primero escribiendo canciones completas con letra, antes de retirar la letra totalmente, en un esfuerzo por ayudar a los fans a meditar con la música.

Cuando éramos niños no sabíamos qué era la ansiedad, dijo Rodrigo Sánchez tras bambalinas poco antes de que el dúo tocara en un recital íntimo en el Hotel McKittrick de Manhattan, días después de presentarse en el Teatro Beacon, mucho mayor.

Sicología y meditación

Pocos titulares hablan de los guitarristas en años recientes, en momentos en que el streaming favorece más al rap y el instrumento de los grandes maestros es celebrado menos en los escenarios y más en los museos.

No fue hasta literalmente hace un par de años cuando empezamos a entender más por qué la sicología comenzó a estudiar los efectos que la meditación podía tener en la ayuda para lidiar con las emociones, dijo el roquero acústico, quien lleva el pelo teñido de azul eléctrico.

Ambos andan ahora en los 40 años, son veganos y se interesan en el budismo y la evolución espiritual.

Sánchez dijo que el álbum evoca la reciente toma de conciencia de ambos, lo cual los ayudó a darse cuenta de que tocar música no es sólo algo que hagamos porque nos guste. Creo que es un servicio para la gente. Es cuando nos ponemos en contacto con el lado más profundo de nosotros mismos.

Para Gabriela Quintero, Mettavolution –palabra que el dúo inventó para fusionar elementos de meditación y evolución, y metta, que en sánscrito quiere decir compasión– también se trata de procesar ansiedades sociales de la era contemporánea, y cita el cambio climático, la inteligencia artificial o el desarme nuclear.

Son grandes preocupaciones, y para nosotros es importante hablar de ellas. Musicalmente, aunque no tengamos palabras, tenemos la oportunidad de expresar esto... porque la música es el lenguaje de la emoción. Se puede expresar todo eso a través de la música, si se pone tensión en las notas, aseguró.

Rodrigo y Gabriela son fieles a la surrealista e intimidante obra maestra Echoes, de Pink Floyd, al tiempo que adaptan sus giros surrealistas y ostinatos para permearlos con sus propios sonidos texturizados, los cuales completan con los tradicionales golpes de percusión de Quintero en la guitarra.

La gira Mettavolution llevará al dúo de Los Ángeles a Londres, pasando por Francia, con nueve fechas en ciudades como París, Montpellier, Toulouse y Nantes.

Con el streaming, Sánchez dice que ya no hay reglas en la industria de la música:

Es diferente, podemos simplemente trabajar y difundir material cada día que queramos. Esperamos encontrar dos o tres cosas en las cuales podamos concentrarnos, y construir a partir de ahí y seguir tocando.