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Indispensable, retomar las causas sociales

El PRD, víctima de sus errores; para que resurja requiere una transformación radical

Fallida política de alianzas influyó en la debacle, reconoce Alonso Raya

 
Periódico La Jornada
Lunes 6 de mayo de 2019, p. 5

Pese a que en 2018 sufrió el peor fracaso electoral de su historia que lo llevó a una votación de 5 por ciento, el PRD puede resurgir siempre y cuando tenga una transformación radical, consideraron dirigentes de esta fuerza política.

En ocasión del 30 aniversario de constituirse como partido, Miguel Alonso Raya, uno de sus fundadores, asumió que el año pasado tuvieron una derrota teórico-política. Ello, derivado de diversos factores, entre los que se encuentran una fallida política de alianzas y que su candidato presidencial –el panista Ricardo Anaya– no conectó con la ciudadanía. Además de que se cometieron errores internos, entre ellos la tribalización del perredismo.

Camerino Márquez, representante del PRD ante el Instituto Nacional Electoral (INE) e integrante de la Dirección Nacional Extraordinaria, consideró que esta fuerza política no pudo mantener su porcentaje de votación porque su votante era el de Andrés Manuel López Obrador, quien en dos ocasiones fue su abanderado a Los Pinos y el año pasado fue de Morena y se alzó con el tiempo en las urnas.

Pero reconoció que también hubo equivocaciones intramuros que datan de tiempo atrás, como la postulación de personajes cuestionados. Es el caso de Ángel Aguirre o Zeferino Torreblanca en Guerrero. Estas nominaciones fueron producto de la decisión de buscar candidatos que dieran electoralmente, sin tomar en cuenta el costo político que podían generar, añadió.

Lo de Ayotzinapa con Aguirre generó un gran costo de imagen política al PRD, recordó Márquez al coincidir con Raya en que fue una equivocación haber apostado todo a la alianza con el PAN y su candidato en 2018.

Debimos haber abierto una consulta a los afiliados y a los ciudadanos para que por lo menos se hubiera hecho una elección o varias encuestas entre Miguel Ángel Mancera, ex jefe de gobierno de la Ciudad de México, y Ricardo Anaya. Con ello se hubiera generado una mayor legitimidad de los abanderados, pues pareciera que tanto Anaya como Alejandra Barrales, ex candidata a la jefatura de gobierno de la Ciudad de México, fueron impuestos, agregó Márquez.

Estimó que en el partido del sol azteca debe haber una autocrítica, aunque también hay que reconocer aportes en estas tres décadas. Entre éstos, el impulso de la transformación democrática del país.

Ángel Ávila, miembro de la dirección colegiada nacional, y parte de la corriente Nueva Izquierda, asumió que hay que volver a levantar al PRD, tras haber sido víctima de sus errores.

Entre los yerros cometidos en el sol azteca, resaltó que las corrientes internas sólo veían por sus intereses y no por el partido, sobre todo cuando se definían candidaturas. También hubo equívocos en el ejercicio de gobierno. Otro elemento que influyó en la situación en la cual se encuentra esta fuerza política fue la salida de López Obrador en 2013, pues con ello rompió un proceso de unidad de la izquierda que se había registrado en los años recientes.

Alonso Raya estimó que para cambiar al PRD de forma radical hay que discutir todo. Desde el modelo de partido, la afiliación y el método de elecciones, hasta los principios, el programa, los estatutos, y si se queda el nombre actual o se cambia.

El PRD requiere una renovación profunda y eso pasa por abrir las puertas e incluir a nuevas personas y liderazgos. En este sentido, explicó que han dialogado con ciudadanos interesados en constituir nuevos partidos políticos, para que mejor se sumen a esta fuerza política.

Para Camerino Márquez, el perredismo debe retomar su origen y sus causas, que es ser un instrumento al servicio de la sociedad, y tener una nueva relación política en su interior, en la que se valore más al militante y no sea un factor que determine la correlación de fuerzas entre grupos.

Optimista, dijo ver posibilidades no sólo de que el PRD sobreviva, sino de que gane algunos estados en las elecciones de 2021.

Ávila rechazó que este instituto político esté por desaparecer o se quede con un papel testimonial. Nadie es pitonizo para saber qué va a pasar en dos años.

El partido no está predestinado a sacar el 5 por ciento de la votación en 2021. Todo depende del proceso interno de transformación, para que nuevas agrupaciones se sumen; de la aprobación que tenga el Presidente, de los pleitos internos de Morena y del camino que tome la economía nacional, entre otros elementos. Es poco serio decir que va a desaparecer fulano o sutano. Mucho depende de la coyuntura, subrayó.