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Regresa en supermosca

Las peleas de preparación son para los inseguros: Kika
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▲ Luego de hacer una pausa en su carrera por maternidad, Yéssica Kika Chávez vuelve 18 meses después para buscar otro título.Foto Jam Media
 
Periódico La Jornada
Martes 23 de abril de 2019, p. a12

Yéssica Kika Chávez dejó vacante el campeonato de peso mosca del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) para convertirse en madre. En septiembre de 2017 hizo la pausa, pero advirtió que volvería para recuperar lo que consideraba le pertenecía por derecho. Dejar un cinturón sin combate de por medio le causó una sensación de deuda. Dieciocho meses después regresa para buscar otra vez el título, pero en una división distinta.

Es usual que tras una pausa, los peleadores sostengan combates de preparación para probar cómo siguen sus reflejos y para recuperar el ritmo. Chávez no quiso combates para aclimatarse. Tenía que empezar justo donde había parado y decidió ir directo por la oportunidad de recuperar su corona.

No quise una pelea de preparación, sino volver de inmediato por un título, y no por el que dejé vacante, sino que sería mi tercer cinturón en otra división, dice Kika; las peleas de preparación son para quienes no se sienten seguros de sí mismos. Yo no tengo dudas.

Kika dejó vacante el cinturón de peso mosca del CMB. Antes había conquistado el minimosca de la Federación Internacional. Ahora, al encontrar algunos obstáculos para recuperar la faja que abandonó y defendió por siete ocasiones, eligió buscar el supermosca, idea que ya le revoloteaba en la mente antes de hacer la pausa en su carrera.

Era una meta que dejé pendiente cuando me fui para tener a mi hija, cuenta Kika; cuando me dijeron que la campeona en peso mosca no estaba en condiciones de hacer una defensa, pues entonces le dije a mi promotor que estaba lista para ir por una división arriba.

La desigualdad en los salarios que perciben las mujeres la obliga a no titubear sobre lo que debe buscar, sobre todo –advierte– porque ahora tiene la responsabilidad de su hija. No es lo mismo negociar contratos sin campeonato en la mano.

En el boxeo es complicada la situación de las mujeres en lo económico, relata; se lo dije a mi promotor: no tengo tiempo que perder, no puedo hacer campaña para buscar un título mundial. Necesito un campeonato porque mi hija lo requiere, porque eso mejora la situación de una boxeadora; tengo muchas complicaciones, como cualquier mujer, y necesito resolverlas, darle calidad de vida a mi hija, tal como la que me di de soltera. Ella lo merece y nada me va a detener.

El compromiso de Kika por demandar condiciones laborales equitativas para las mujeres en el boxeo tuvo un momento de gran fuerza simbólica. En una conferencia para promover la pelea ante Esmeralda Moreno, ambas decidieron hacer a un lado el espectáculo que esperaba la prensa deportiva, donde las bravuconadas entre rivales son comunes; eligieron hacer un acto de solidaridad gremial. Demandaron que promotores y organismos trabajaran más fuerte para que los salarios que perciben las boxeadoras no fueran tan precarios.

Incluso Kika se quejó de que las promotoras dejan la responsabilidad de conseguir patrocinadores a las boxeadoras para poder incrementar sus pagos. Algo impensable en el pugilismo de hombres.

Me da gusto ver que el boxeo femenil tiene esperanzas, sobre todo después de lo que vimos en Estados Unidos entre Claressa Shields y Christina Hammer. Vienen grandes combates, le interesa a la televisión de paga de aquel país y las mexicanas estamos aguardando para hacer historia, concluye.