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Fascinante, el gusto de los indios por ser fotografiados, asegura Yolanda Andrade
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▲ Una de las imágenes que forman la muestra del Museo Nacional de las Culturas del Mundo
 
Periódico La Jornada
Domingo 21 de abril de 2019, p. 6

En esta conversación, realizada en el apacible corredor del espacio museístico de Moneda 13, en el Centro Histórico de la capital, la experimentada fotógrafa Yolanda Andrade recuerda las impresiones de sus viajes a París y de la serie de imágenes de varias ciudades de India, que forman la exposición temporal El hechizo de la India que se exhibe en el Museo Nacional de las Culturas del Mundo.

La reciente tragedia de la catedral francesa de Notre Dame, inevitablemente, mueve la remembranza de Andrade: “Tengo algunas fotos de Notre Dame, que ahora está causando tanto revuelo. No es una cuestión de religión, es una cuestión de historia, de admirarla como obra artística, algo realizado por muchas mentes durante muchísimos años.

“Mi primer viaje fuera de México –continúa– fue a Nueva York, antes de llegar a Rochester en donde estudié fotografía en 1976; estuve encantada todo un mes en Nueva York. Hice mi primer viaje a París en 1997.

Lo más emocionante que recuerdo de esta ciudad, fue hace dos años. Iba caminando a un costado de Notre Dame; eran como las seis de la tarde y empezó el concierto de campanas. Escucharlo en vivo es una experiencia casi mística, algo muy especial que no tiene nada que ver con tomar la foto o grabarlo, es una experiencia que tienes que vivir en el momento.

La serie de fotografías Una mexicana en París muestra su vagabundeo por la Ciudad Luz, desde el punto de vista del flâneur, retratando avenidas, calles, museos, monumentos.

Yolanda Andrade (1950), originaria de Villahermosa, Tabasco, inició su carrera fotográfica en 1976. En su trayectoria se ha enfocado a capturar las huellas que produce la actividad humana en espacios urbanos y la forma como las comunidades crean su propia cultura visual.

En la charla recuerda dos viajes a India, en 2006 y 2010, donde captó imágenes de ciudades como Nueva Delhi, Agra, Jaipur, Varanasi, Bhubaneswar, Khajuraho y Calcuta, que forman El hechizo de la India, que se exhibió en la pasada edición del Festival Internacional Cervantino y actualmente de puede ver en el MNCM.

El primer viaje a India no fue planeado, salió de una reunión, muy espontáneo todo. Llegamos sin tener reservación de hotel o pensando hacer un recorrido; todo fue haciéndose día con día, lo cual a mí me gustó muchísimo. Me gusta viajar de esa manera, asegura la fotógrafa.

El gusto de ser fotografiado

Fue Gloria Maldonado Ansó, subdirectora de Exposiciones del FIC, quien invitó a Andrade a cuidar una exposición sobre India, país invitado de honor del festival en 2018. De inmediato me puse a trabajar en las fotos, aunque ya había mostrado algunas en otras exposiciones. Fue una gran experiencia, me volví a meter en mis archivos y pude seleccionar las 29 imágenes de la exposición, recuerda.

Ahora, Andrade está pensando en editar un libro dedicado al subcontinente asiático y, si es posible, hacer un tercer viaje también. Le pregunto qué fue lo que más la impresionó de la vida urbana en India.

Me sorprendió muchísimo ese gusto que sienten los indios por ser fotografiados. De repente estaba caminando, veía yo a una señora que vendía tres o cuatro frutas y me sonreía; me acercaba con la cámara y ella seguía sonriendo. De pronto, esta señora estaba rodeada de seis hombres sonriendo también para la foto. ¡Increíble, no?

También Andrade pudo registrar un funeral: En uno de los Ghats, en Varanasi, fui tomando una serie de fotos mientras un grupo de señores venía con un cuerpo envuelto en telas muy bonitas. Vieron que yo tomaba las fotos, pero ellos, muy serenos, llegaron hasta la orilla del río del Ganges, colocaron el cuerpo en una embarcación pequeña y, de pronto se pusieron a posar para mí. Esto me emocionó muchísimo.

India dejó numerosas impresiones en la memoria de Andrade. Su llegada a un modesto hotelito de Nueva Delhi, los mercados, los desayunos. Agra y Jaipur, y por su puesto, el Taj Mahal, donde al ver ese monumento imponente empecé a llorar y llorar; no me va volver a pasar, pero esta fue otra experiencia que recuerdo con emoción.

Para Yolanda Andrade el viaje es toda una aventura y un reto profesional que activa su sensibilidad: “Yo viajo para fotografiar, para hacer una memoria del viaje, para rencontrarme con mi memoria del pasado. De niña, estaba interesada en el cine y el teatro. En Tabasco no existía la televisión. Así, yo escuchaba mucho radio también y empecé a escuchar en la onda corta estaciones de otros países, como Cuba y Estados Unidos. Así comencé a alimentar mi imaginación, mi deseo del viaje, escuchando la música y la vida de otros países…”

La exposición temporal El hechizo de la India. Fotografías de Yolanda Andrade permanecerá hasta el domingo 2 de junio en el Museo Nacional de las Culturas del Mundo (Moneda 13, Centro Histórico).