Mecanismo perverso
iversas empresas sin ética han encontrado un mecanismo para atacar a su competencia y ganar mercado de manera irregular. Se trata de las denuncias que hacen mediante terceros en las ruedas de prensa que cada mañana ofrece Andrés Manuel López Obrador.
El esquema para desprestigiar a firmas serias consiste en filtrar preguntas que comprometen al Presidente. Así: Hay evidencias de que X empresa realiza prácticas monopólicas, ¿qué nos puede decir al respecto?
En la pregunta ya se acusa a la compañía de actos cuestionables, y el mandatario contesta de alguna de las siguientes formas: Desconozco el caso, pero lo voy a investigar
, o Estamos contra todo tipo de prácticas monopólicas y vamos a tomar las medidas necesarias para solucionar el problema
.
Este mecanismo de desprestigio ha tenido gran éxito y así firmas poco serias que compiten contra Fármacos Especializados, Dimesa, Maypo, Corporativo Kosmos o La Cosmopolitana han usado las ruedas de prensa para acusar impunemente a esas empresas y comprometen al Presidente para que las castigue, aun sin la presunción de inocencia y el debido proceso que señalan las leyes.
Esta acusación y la respuesta rápida del mandatario generan graves problemas. Veamos el caso del sector salud. Si se impide la participación de los tres principales distribuidores en las licitaciones públicas se generará desabasto en las zonas más necesitadas, ya que los laboratorios firman contratos y entregan medicamentos a esos distribuidores porque confían en ellos y no se los entregarán a cualquiera por desconfianza en el pago. Además, se generará un conflicto con EU y Europa, al abrir las puertas a países que no cuentan con acuerdos en el sector salud, como China e India, ni con el registro de sus medicamentos. Otro problema es que los laboratorios foráneos no cuentan con la infraestructura para distribuir el producto.
Bajo este esquema perverso de acusaciones sin fundamento se puede acabar con cerca de 30 mil empleos, la logística y la cadena de suministro que han conformado a lo largo de los años los especialistas en esa materia.
Antes de vetar empresas por preguntas mal intencionadas vale la pena que las autoridades sigan el debido proceso y sólo si se comprueba alguna irregularidad se debe impedir que compitan en licitaciones públicas.
