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La denunciante, bajo investigación

Agencia de la ONU para el VIH, en escándalos de acoso sexual y malos manejos financieros

Pesquisa sobre la gestión de Onusida revela una cultura de impunidad y falta de liderazgo

 
Periódico La Jornada
Martes 16 de abril de 2019, p. 26

Ginebra. Un año después de que acusaciones de agresión y acoso sexual conmocionaron Onusida, la agencia de la Organización de las Naciones Unidas que combate el VIH, ésta parecía recuperarse del escándalo. El alto funcionario denunciado salió del organismo, el líder que presidía la institución anunció planes para marcharse antes de lo previsto y sus dirigentes prometieron corregir el ambiente tóxico descrito en una dura investigación.

Sin embargo, los problemas no han terminado.

Onusida enfrenta ahora acusaciones de irregularidades financieras y sexuales relacionadas con Martina Brostrom, la empleada que en marzo del año pasado denunció públicamente que había sufrido una agresión sexual de un alto funcionario del organismo en 2015, según documentos a los que tuvo acceso la agencia de noticias Ap.

Investigadores de la Organización Mundial de la Salud, a la que responde Onusida, encontraron pruebas de que la denunciante Brostrom y su antiguo superior habrían participado en prácticas fraudulentas y desviado fondos para viajes, según los resultados de una pesquisa interna preliminar.

Dicha investigación había quedado en suspenso a finales de 2016, después de que Brostrom pidió protección como informante en una queja formal contra Michel Sidibe, director ejecutivo de Onusida. En el documento alegaba que el doctor Luiz Loures, uno de los segundos de Sidibe, la había besado a la fuerza para luego tratar de sacarla a rastras del ascensor de un hotel en Bangkok. En un comunicado que no identificaba a Brostrom por su nombre, Onusida indicó que la indagatoria se había suspendido para salvaguardar la integridad de un posible caso relacionado de acoso sexual.

Brostrom no tenía conocimiento de que esa pesquisa existiera, afirmó su abogado Edward Flaherty.

Ella no ha sido informada de ninguna investigación y rechaza cualquier acusación de falta de decoro, sostuvo Flaherty.

El escándalo es una distracción que empaña la imagen de una agencia clave en los esfuerzos de Naciones Unidas por poner fin a la epidemia del sida para 2030, labor multimillonaria y financiada con recursos públicos.

Entre sus tareas, UNAIDS reúne datos, ayuda a diseñar políticas nacionales contra el sida y proporciona medicamentos que salvan vidas para tratar un virus que afecta a más de 37 millones de personas en el mundo y mata a más de 900 mil al año.

Las acusaciones de agresión sexual y mala gestión tras las denuncias que presentó Brostrom (de nacionalidad sueca) hicieron que Suecia suspendiera su financiamiento a la agencia. El país escandinavo es el segundo donante más grande de Onusida, con más de 30 millones de dólares en 2017.

La denuncia de Brostrom contra Loures dio pie a dos pesquisas: una de la ONU que concluyó que no había pruebas suficientes para respaldar sus acusaciones, y otra independiente sobre la gestión de la agencia que reveló una cultura de impunidad y falta de liderazgo. En medio de las críticas resultantes, Sidibe anunció que renunciaría en junio, seis meses antes de que terminara su mandato. Loures, quien negó las acusaciones, se marchó tras expirar su contrato en marzo.

Brostrom, a quien algunos atribuyen el inicio del movimiento #MeToo en la ONU, comentó a Sidibe en noviembre de 2016 que su entorno laboral se había vuelto cada vez más hostil, justo después de la supuesta agresión.

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▲ Luiz Loures, ex director ejecutivo de Onusida (en imagen de archivo), quien fue exonerado tras ser acusado de agresión sexual por Martina Brostrom, empleada del organismo.Foto Ap

LL empezó a bloquear mi trabajo de forma explícita, me excluyó de reuniones importantes en área que yo dirigía y bloqueó mis peticiones de viajes de trabajo, escribió en un correo electrónico al que tuvo acceso Ap. La empleada dijo haberse convertido en víctima de una campaña maliciosa y anónima de difamación a principios de 2016 y señaló que Loures la había reprendido y reasignado a un puesto peor.

Según documentos internos a los que tuvo acceso la agencia Ap, la oficina de ética de la ONU y otros altos funcionarios de Onusida recibieron varios correos electrónicos anónimos a principios de 2016 acusando de malas prácticas al ex supervisor de Brostrom, lo que llevó a la pesquisa interna que terminó incluyendo una revisión de la conducta de la propia denunciante.

Durante la investigación de sus acusaciones contra Loures, la mujer mencionó que inmediatamente después de la supuesta agresión había llamado a su madre, a una amiga y a su entonces supervisor para contarles lo que había ocurrido. La madre de Brostrom dijo a los investigadores de la Organización Mundial de la Salud que su hija estaba muy afectada, lloraba y no pensaba que algo así pudiera ocurrirle a ella.

Cuando Brostrom hizo pública su historia, otras dos mujeres describieron encuentros similares con Loures.

Siempre dije que las acusaciones contra mí eran falsas, respondió Loures a la agencia Ap en un correo el pasado sábado. Agregó que las denuncias se hicieron sólo después de que él adoptó medidas para investigar las malas prácticas del que fuera supervisor de ella. Descubrí que no habían pedido permiso para viajar en varias ocasiones y habían engañado al sistema.

Brostrom y su ex supervisor están de baja de Onusida por motivos no revelados. La investigación de la OMS sobre ellos sigue siendo preliminar y podrían ser exculpados.

En la pesquisa preliminar a la que tuvo acceso Ap, que describía conversaciones con ambos sobre las posibles infracciones, el personal aseguró haber revisado varios documentos, incluidos más de mil 900 correos electrónicos.

En un documento interno confidencial los investigadores de la OMS indicaron que habían encontrado indicios de que Brostrom y su ex jefe pueden haber incurrido en una conducta poco profesional, incluida la malversación de fondos. Los dos fueron reprendidos por abusar de los privilegios de la ONU al solicitar tasas preferenciales en hoteles para mantener relaciones sexuales. Las conclusiones preliminares señalan un caso en el que Brostrom y su colega habrían pedido al personal del hotel que falsificaran un recibo para hacer pasar una actividad personal como algo de negocios.

Los investigadores de la OMS aseguran haber encontrado pruebas de que la pareja usaba las cuentas de correo de su trabajo para mandarse mensajes con lenguaje sexual explícito y desnudos.

La investigación de las denuncias de agresión y acoso sexual que afectan a Loures fue reabierta y ahora está en manos de la oficina de Servicios de Supervisión Interna de la ONU.

Suecia dijo que por ahora no planea reanudar la ayuda a Onusida.

Para que ello suceda, el organimso debe hacer los cambios necesarios para modificar la cultura de esa organización y mejorar su manejo de denuncias de acoso, incluido el sexual, expresó la portavoz del gobierno sueco, Diana Qudhaib.