Un reciente informe del Centro para el Derecho Ambiental Internacional (Ciel, por sus siglas en inglés) revela que los plásticos no sólo dañan a los animales, sino también a los humanos, tanto por los productos que se usan en su elaboración como por las partículas microplásticas, entre ellas fragmentos y las fibras que terminan en los seres vivos mediante el contacto, la ingestión o la inhalación, y pueden contribuir a una amplia gama de impactos en la salud como consecuencia de su diminuto tamaño y capacidad para penetrar en los tejidos y las células.

Greenpeace México refiere que en el país se producen más de 7 millones de toneladas de plástico al año; 48 por ciento de este material es destinado a envases y embalajes. Indica que aunque muchos de ellos son reciclables, no necesariamente se reaprovechan.

Por esta razón se debe contar con una legislación robusta que prohíba los plásticos de un solo uso o desechables debido al grave impacto que tienen en los ecosistemas y la biodiversidad, contra el efímero uso que se les da. Esos plásticos se utilizan minutos, pero permanecen en el ambiente cientos de años.

Proteger el ecosistema

La organización ambientalista señala que se debe también exigir a las marcas que nos entreguen mercancías de una manera distinta y empujar leyes para que se eliminen los materiales desechables.

Dado que gran cantidad de ese plástico que utilizamos llega al mar, cada año mueren más de 100 mil especímenes marinos .

Graham Forbes, líder del Proyecto Global de Plásticos de Green-peace, apuntó con motivo del informe que “los riesgos para la sociedad han sido ignorados por mucho tiempo y deben estar a la cabeza de todas las decisiones sobre el avance del uso de plásticos. Las corporaciones y los gobiernos están arriesgando nuestra salud para mantener el statu quo y mantener su flujo de ganancias”.