Sociedad y Justicia
Ver día anteriorJueves 28 de febrero de 2019Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Revocan libertad bajo fianza

El cardenal Pell pasó su primera noche en la prisión de Melbourne

El juez del caso señaló que dará a conocer la sentencia en un par de semanas

Foto
▲ El cardenal George Pell, quien se presentó todavía ataviado con su atuendo clerical a la audiencia efectuada en al corte distrital de Melbourne, fue insultado a su llegada y tuvo que ser protegido por la policía local, al igual que dentro de la sala, donde el juez advirtió a las personas que serían desalojadas si no cesaban de gritar, incluso su abogado defensor fue denostado.Foto Ap
 
Periódico La Jornada
Jueves 28 de febrero de 2019, p. 30

Melbourne. El clérigo católico de mayor jerarquía que ha sido condenado por abuso sexual de menores entró a la cárcel ayer y en dos semanas se conocerá su sentencia por abusar de dos menores del coro en la catedral de Melbourne hace 20 años.

El juez Peter Kidd revocó la libertad bajo fianza del cardenal George Pell después de una audiencia en una sala repleta. Dijo que dará a conocer su sentencia el 13 de marzo.

Pell, de 77 años, quien podría ser condenado a 50 de prisión, no se inmutó al bajar del banquillo, caminó con un bastón y escoltado por tres agentes judiciales de seguridad y un guardia, se detuvo en la puerta, volteó e hizo una reverencia al juez.

Una camioneta del servicio penitenciario lo condujo a la cárcel de evaluación de Melbourne, una instalación de máxima seguridad donde se examina a los reos por primera vez y todos son obligados a desnudarse para la revisión. Pell, como todos los pedófilos que llegan a esa prisión, permanecerá en detención preventiva y estará hasta 23 horas a solas en su celda.

Un jurado declaró culpable al cardenal de abusar de dos varones de 13 años en una sala trasera de la catedral de San Patricio en 1996, semanas después de ser designado arzobispo de Melbourne, la segunda ciudad más grande de Australia. Pell no fue detenido de forma inmediata porque debió someterse a una operación de rodillas.

Una multitud hostil lo recibió al arribar a la sala media hora antes de comenzar la audiencia.

¡Espero que ardas en el infierno!, gritó un hombre mientras forcejeaba con los policías que protegían a Pell. ¡Eres un pedófilo! ¡Eres un criminal! ¡Eres un monstruo!

Parte del público insultó también al abogado defensor, Robert Richter, durante un intermedio, hasta que el juez les advirtió que podían ser acusados de desacato.

Kidd dijo que esos actos dirigidos contra Pell y Richter se debían a que era acusado de abusos sexuales y encubrimientos en el seno de la Iglesia católica, los cuales salieron a la luz en una investigación encomendada por el gobierno sobre el manejo de las denuncias de abusos de clérigos australianos.

La Iglesia católica no está siendo juzgada... Estoy imponiendo una sentencia al cardenal Pell por lo que hizo, dijo el juez.