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El actual ocupante de la casa blanca es una vergüenza, señala

Bernie Sanders, el socialista democrático, se lanza para la presidencia de EU en 2020
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Nuestra campaña será sobre la transformación de nuestro país y la creación de un gobierno basado en los principios de justicia económica, social, racial y ambiental, dijo ayer el senador Bernie Sanders al anunciar que buscará la presidencia estadunidense. La imagen es de archivo.Foto Ap
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 20 de febrero de 2019, p. 25

Nueva York. El senador independiente y autodefinido como socialista democrático, Bernie Sanders, anunció su candidatura presidencial para la contienda de 2020, e invitó a sus seguidores a llevar al triunfo la revolución política que iniciaron en la campaña de 2016, la cual sacudió no sólo la cúpula del Partido Demócrata, sino transformó el debate en este país.

Al anunciar su campaña la mañana de este martes en la radio pública de su estado, Vermont, Sanders dijo que el actual ocupante de la Casa Blanca es una vergüenza para nuestro país. Creo que es un mentiroso patológico. También considero que es un racista, un sexista, homófobo, xenófobo, alguien que busca anotar puntos políticos baratos al atacar a minorías, frecuentemente inmigrantes indocumentados.

En su mensaje para anunciar su campaña para la presidencia, Sanders declaró que Trump es el presidente más peligroso en la historia moderna estadunidense, dejando claro que se enfocará directamente contra el ocupante de la Casa Blanca, más que en la lista de una docena de candidatos que ya han anunciado sus campañas para obtener la nominación del Partido Democrata, con otros 15 que están contemplando sus perspectivas. Pero también aseguró que no será una campaña sólo antiTrump.

Nuestra campaña es sobre la transformación de nuestro país y la creación de un gobierno basado en los principios de justicia económica, social, racial y ambiental, agregó (https://youtu.be/s7DRwz0cAt0).

Juntos, ustedes y yo, en nuestra campaña de 2016 iniciamos la revolución política. Ahora es tiempo de completar esa revolución e implementar la visión por la cual luchamos, escribió en un comunicado a sus simpatizantes la mañana de este martes.

Sanders declaró que se lanza para abordar diversos temas que van desde cambio climático, derechos civiles, concentración de riqueza, derechos de las mujeres y para poner fin a la demonización de los inmigrantes indocumentados, así como promover una reforma migratoria y una política humana para los que buscan asilo en la frontera.

Aunque se suma a un creciente número de candidatos demócratas en anunciar sus campañas presidenciales, Sanders –por ahora– está en la delantera.

A diferencia de su primera campaña presidencial, ahora no sólo es el aspirante más conocido entre el público, sino que muchas de sus propuestas iniciales –reducir la desigualdad económica, elevar el salario mínimo, seguro de salud universal, educación superior gratuita, un programa de desarrollo nacional verde– que fueron descartadas por otros demócratas, expertos y periodistas, ahora definen gran parte del debate político del país, y han forzado un giro hacia la izquierda del Partido Demócrata.

El propio Sanders escribió este martes que durante la campaña de 2016, “nos dijeron que nuestras ideas eran ‘radicales’ y ‘extremas’. Bueno, tres años han pasado y todas estas políticas, y más ahora, son apoyadas por la mayoría de los estadunidenses”.

De hecho, uno de sus problemas será competir con otros candidatos que han adoptado algunas de estas posiciones; o sea, ya no será el único.

Su campaña anterior no sólo sorprendió a otros líderes del partido y a casi todos los expertos por la resonancia que provocó, creando un gran movimiento dinámico dentro del Partido Demócrata, sino que también mostró la capacidad de movilizar a las bases para financiar de manera sin precedente una campaña nacional que se rehusó a aceptar donaciones empresariales y de multimillonarios, y que capturó 46 por ciento de los delegados y 13 millones de votos en las primarias del Partido Demócrata, con lo que casi descarrila la candidatura cupular de Hillary Clinton.

De hecho, el fenómeno insurgente de Sanders como candidato socialista democrático fue tal vez igual de importante que el de Donald Trump en mostrar la debilidad de la cúpula política de ambos partidos, y aún se debate si él no hubiera ganado la elección general, si hubiese sido el abanderado de los demócratas en lugar de Clinton.

Al preguntarle si su edad –77 años– sería un problema como candidato, Sanders –quien en la elección anterior fue el aspirante con mayor apoyo de la juventud– respondió que preguntas sobre raza, género, preferencia sexual o edad no deberían importar al evaluar a los candidatos.

Convocó este martes a la diáspora de su campaña anterior solicitando que por lo menos un millón de sus simpatizantes declaren su apoyo de inmediato para arrancar esta campaña. Esa diáspora ha nutrido toda una gama de candidaturas legislativas federales y estatales, además de que ayudaron a elegir la Cámara de Representantes más diversa y progresista (muchos de ellos se identificaron como socialistas democráticos también) en tiempos recientes.

Pero a la vez, esa marca de socialista que surgió con Sanders –uno de los fenómenos más sorprendentes en la historia política reciente del país– de nuevo definirá en parte el debate político electoral de aquí a 2020.

En torno a ello, Trump ya estrenó su mensaje antisocialista como parte de su campaña de relección. En su informe sobre el estado de la Nación, así como en su discurso sobre la operación para el cambio de régimen en Venezuela, ha jurado que Estados Unidos jamás será socialista, señalando que es alarmante que se promueva esa postura aquí por los demócratas.

Pero también entre el elenco de candidatos demócratas algunos buscan diferenciarse. Por ejemplo, la senadora liberal Elizabeth Warren, quien como Sanders también critica la concentración de riqueza y al gran empresariado, proclamó: soy capitalista. Otra candidata, la senadora Kamala Harris, afirmó: no soy una socialista democrática. Sin embargo, los jóvenes que forman la parte potencialmente más dinámica del electorado expresan en sondeos que favorecen a lo que llaman socialismo (casi siempre lo definen como una posición socialdemócrata).

Robert Reich, secretario del Trabajo en el gobierno de Bill Clinton y ahora profesor en la Universidad de California, en Berkeley, escribió este martes en The Guardian que ante el retorno de la oligarquía en este país, Sanders ha hecho más que cualquier otro político en tiempos modernos en Estados Unidos en cuanto a sonar la alarma y movilizar al público para reclamar nuestra democracia y economía. Sólo por eso, estamos en deuda con él.