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Joan Manuel Serrat celebró 48 años de Mediterráneo en Bellas Artes

Llevará el festejo a Puebla, Guadalajara y Monterrey; cerrará en CDMX

 
Periódico La Jornada
Sábado 9 de febrero de 2019, p. 6

Un mar contaminado con cadáveres, sueños perdidos y juguetes rotos; el mar de Ulises, batallas y galeones perdidos trajo el artista catalán Joan Manuel Serrat en su primer concierto en el Palacio de Bellas Artes para volver los pasos por su disco Mediterráneo, concebido en 1971 en un pequeño hotel de la Costa Brava.

El lugar en el que levantó castillos de arena hoy día es sarcófago donde miles de mujeres y hombres dejaron ahí lo que les quedaba de vida tratando de cumplir un sueño, pronunció a mitad de la velada donde el mar que ha inspirado a poetas y artistas por siglos fue el protagonista que en una odisea geográfica bañó las tierras mexicanas.

A celebrar apremió Serrat al iniciar el paso por nuestro país de la gira Mediterráneo da capo. Son 48 años desde que salió a la luz, algunos dirían que habría que aguantar al medio siglo cerrado. ¿Saben?, no estoy para esperar. La fragilidad de la vida es una de las razones más importantes, explicó. ¡Búsquense qué celebrar y háganlo sin pensar!

Sacó a navegar por Ciudad de México las 10 canciones completas de este álbum. Sor cantor, soy embustero, me gusta el juego y el vino, así se inició la cita nocturna con este tema del mar que baña su natal Barcelona y que da nombre al disco, la gira y la travesía. Después, otras 14 canciones de otros momentos del músico de 75 años.

Cantad en castellano, Serrat, se le ha pedido desde hace más de 50 años. Otras veces: cantad en catalán. Ahora lo hizo hasta en francés: la mer, de la mano de Charles Trenet, en este teatro al que dijo tener aprecio especial, pues desde 1969 inició su relación con una primera visita.

Aun antes de empezar, sólo con aparecer bajo los reflectores se le ovacionó de pie, acción que repitió varias veces un público conmovido por la nostalgia y la poesía. Penélope, Cantares, Hoy puede ser un gran día fueron algunos de los éxitos que muchos recibieron con júbilo.

El murmullo del coro de cientos de asistentes recitando las letras se unió al impecable acompañamiento de piano, viola, batería, guitarra, bajo y teclado, sumados al encantó del cantante que en algunos momentos danzaba sobre el escenario, en otros tomaba su guitarra.

Canción que es poesía

Antonio Machado, Miguel Hernández o León Felipe alimentan su canción que es poesía, también letras de Cervantes. Del mexicano Jaime Sabines tomó una poema del que hizo nacer una canción para la Luna, escrita en catalán, pero que tradujo para su visita a este lado del charco.

Y es la poesía, la rebeldía en tiempos de dictadura, la que ocasionó su condena a la censura hace décadas. Este mismo Mediterráneo fue uno de los discos más vendidos a pesar de las prohibiciones. En 1975 se refugió en México por una extensa gira, que le hizo sentir la nostalgia del mar, mientras las jovencitas se enamoraban del visitante (algún nacido en 1976 pudo ser el hijo deseado). Ahora, sus admiradoras gritaban desde las rojas butacas: ¡Te amoooo!

Las mujeres, tan importantes y presentes, tomaron algunos minutos de sus palabras, más allá de los instintos naturales que me despertaron, siento una profunda admiración, contaba mientras una musa de rostro renacentista a la Boticcelli se asomaba proyectada en la pantalla que a veces fue marea, paisaje otoñal o bóveda estrellada.

Y recordó, sabiamente, que nadie muere de mal de amores. En cambio, sí hay mujeres que mueren de amores malos, maltratadas, despreciadas, asesinadas ante la mirada hueca de una sociedad que consiente que estas cosas ocurran. A ellas les dedicó una canción.

Serrat es quien pasa haciendo caminos, caminos sobre la mar. Y su Mediterráneo hará puerto cuatro veces más en el Palacio de Bellas Artes, luego en Puebla, Guadalajara y Monterrey para culminar en el Auditorio Nacional el 23 de febrero. Y nos dijo cantando: Lloramos cuando nadie nos ve, pero inventemos qué celebrar.