Tlahuelilpan, Hgo., Luego de la tragedia ocurrida en una toma clandestina en el ­poblado de San Primitivo, familiares de las víctimas han tenido que pasar por un penoso peregrinar para ­obtener información en torno a sus ­hermanos, padres, hijos o amigos. Además, la lista de desparecidos –elaborada por los gobiernos estatal y municipal– da cuenta de 70 casos.

Según las cifras, hasta anoche se tenían contabilizados 76 fallecidos, de los cuales 56 corresponden a restos levantados en el lugar de la explosión y otros seis son cuerpos completos. De 80 hospitalizados, 13 fallecieron entre la madrugada y día del sábado. Hasta anoche se habían entregado tres cuerpos a sus familiares.

Mientras, los deudos pasan por esperas interminables entre el Ministerio Público y la agencia funeraria, ya que hasta el cierre de esta edición sólo se habían entregado los restos de cinco de los 76 fallecidos, personal de Petróleos ­Mexicanos y de la Agencia de investigación Criminal de la Procuraduría General de la República iniciaron los peritajes de lo sucedido y avanzaban en la reparación del tramo del ducto que estalló el viernes.

Funcionarios de la procuraduría de Hidalgo y diputados locales, entre ellos el presidente de la Junta de Gobierno del Congreso, Ricardo Baptista, así como Humberto Veras Godoy y Susana Ángeles, todos de Morena, informaron que para la identificación se tenía que hacer un trámite consistente en aportar muestras de ADN para compararlas con los restos calcinados encontrados en el predio de la explosión. Pero no advirtieron que el cotejo de datos puede tomar días o semanas, ya que muchos de los restos están totalmente calcinados.

En la fiscalía local, además de exigir identificaciones y comprobar parentesco con las víctimas, los funcionarios los hicieron trasladarse de Tlahuelilpan al Servicio Médico Forense (Semefo) del vecino municipio de Mixquiahuala y luego a una funeraria privada en Tula, donde otra vez se les pidió reconocimiento de los restos y la acreditación del parentesco.

Mientras, en el sitio de la tragedia un gran número de familiares se concentraron en los alrededores para, desde lejos y detrás de una cinta de plástico, tratar de identificar a sus familiares entre los restos que yacían en el suelo cerca de bidones y cubetas usadas para apoderarse del combustible que el viernes emanaba de la toma ­clandestina.

Aunque al filo del mediodía concluyeron los peritajes, decenas de pobladores de este ayuntamiento y municipios como Mixquiahuala, Tezonoetepec y Tula exigieron entrar al polígono para verificar que ya no hubiera restos humanos en el lugar. Su demanda dio resultados y por la tarde se localizaron más víctimas.

Las autoridades locales han recibido reportes de 70 personas desaparecidas a consecuencia de la explosión en el kilómetro 226 del ducto Tuxpan-Tula. De esos 70 reportes, 32 corresponden a habitantes de Tlahuelilpan.

En el Centro Cultural Regional de Tlahuelilpan, el Ministerio Público local instaló mesas de atención para recopilar los datos de quienes se consideran desaparecidos por no estar su nombre en los listados de personas heridas que están internadas en hospitales de esta entidad y en Ciudad de México.