Espectáculos
Ver día anteriorSábado 5 de enero de 2019Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
El valor del cine independiente reside en la gente que participa en un proyecto de estos
Especial para La Jornada
Periódico La Jornada
Sábado 5 de enero de 2019, p. 6

En una toma cerrada, una mano tensa entierra con fuerza un tenedor en un muslo. Se trata de Víctor (Antón Araiza), un librero de viejo, cuya solitaria vida pareciera encapsulada en el tiempo, suspendida entre objetos antiguos heredados de su padre, que lo abandonó todo –incluso a Víctor– por la nunca superada traición de la madre.

Ahora enfrenta un nuevo rechazo, pues desbordado y urgido de amor, no quiere perder un minuto sin la que considera su pareja ideal, Pilar (Ericka Ramírez), a quien entrega precipitadamente un anillo de compromiso luego de pocas citas, sólo para recibir una negativa rotunda.

También cuarentón reciente, el realizador oaxaqueño Víctor Audiffred encontró una motivación generacional para el tema de su largometraje debut, Hipnosis para ser feliz (México, 2018), ya que una considerable cantidad de amigos y conocidos reflexionan en torno a sus relaciones de pareja con grandes similitudes en interminables charlas de café: la búsqueda del amor real.

“Parecía casi un casting. Todos coincidían en que las personas no lo entregan todo, se limitan, se contienen, presentan dobles caras, quieren impresionar o se van abriendo en la medida que la otra persona les vaya dando. Cuando se llega a una edad madura exigen otro tipo y otra calidad de amor porque están a la mitad de su vida y necesitan algo que aún no han tenido. Ahí empieza la complejidad, tener tanta experiencia por los fracasos y tantas ganas de ser amado, de ser feliz, en fin, de ahí un poco el título”, explica frente a una taza de café en la Cineteca Nacional, donde se exhibe desde mediados de diciembre y permanecerá durante todo enero.

Otro proyecto con guion vuelto a hacer

La productora, Manivela Films, ya contaba con un guión previo para un largometraje de ficción titulado Síndromes, con un presupuesto más costoso y una realización más compleja, por lo que decidí producir otra película, de manera independiente y sin fondos de gobierno, con una inversión de 350 mil pesos.

Rehizo el argumento original sobre un hombre con trastorno múltiple de personalidad o Borderline, obsesionado con una mujer a la que incluso secuestra en circunstancias violentas, para transformarlo en el actual argumento, en el que dos personas se acompañan hasta derribar desconfianza, sospecha, resquemor y cerrazón, pero siempre con la posibilidad de que la contención de Víctor acabe por explotar .

Hice un pequeño ejercicio y al redactar la sinopsis, no paré hasta que le puse a la hoja la palabra fin, cuenta el director, productor, fotógrafo y guionista del filme.

Así, la pareja irá a la deriva, arrancando con una visita al Museo Soumaya, entre soliloquios sobre el amor –poemas de la novela Los que vienen del sur, del sevillano Bernabé Cortijo Mérida– a la referida cena prácticamente de ruptura, que acabará en visita relámpago a la laberíntica librería en el Centro Histórico capitalino, para emprender un viaje al alba en el viejo American Rambler vam que le heredaron junto con una cámara Polaroid que aún funciona, hacia el cerro del Sombrerito, en Tlayacapan, entre milpas, vegetación abundante, árboles centenarios, veneros y ríos limpios, y con música de Nana Mendoza, Joseph Saint Rèmy y Carlos Escalante, además de Nortec-Panóptica Orchestra con Alma Velasco.

La premisa del proyecto, producido por la española Sara Cortijo, que recorrerá distintas salas fuera del circuito comercial y ya ha sido vendido para su exhibición en España, Estados Unidos y Canadá, opta por la desdramatización gradual y el encuentro de los personajes consigo mismos, en lo que Audiffred resume: “si tienes la exigencia de que alguien te ame con la misma intensidad que tú y se entregue totalmente con toda el alma, entonces debes dar lo mismo… Vemos que no tienen posibilidad de relacionarse pero, poco a poco, se van abriendo, se quitan corazas, van desnudando sus sentimientos y llegan a tener una conexión de similitud de almas, de pensamientos”.

Aunque Audiffred ganó el Concurso Nacional de Apoyo a la Posproducción de Cortometraje del Imcine, esta vez no le fue aprobado el apoyo de postproducción solicitado al Fidecine, por lo que su productora asociada, la abogada Berenice Naranjo, decidió aportar la inversión mínima necesaria y no pasaron más de dos semanas cuando la filmación ya estaba en marcha, con la misma rapidez que la postproducción realizada con apoyo de la empresa New Art Digital en corrección de color y sonido thx.

Manivela Films no dio prioridad al aspecto económico, sino al romanticismo de contar historias y ofrecer mensajes: “Ahora que se consolidó este proyecto independiente, el gran valor es que hay gente con poco dinero que se sube a un proyecto, acepta prestarte las locaciones, te da un vaso de agua porque estás sudando, te ayuda a cerrar la calle o nos lleva sandwichitos en el pueblo.

Ahí está el verdadero valor de hacer cine independiente: la unión de toda esa gente que colabora en un proyecto y eso tiene un valor mayor que si nos hubieran dado un apoyo gubernamental porque es invaluable su cooperación, finaliza Audiffred.