Los trabajos para cancelar las obras del aeropuerto que se construía en Texcoco requerirán meses, aseguró ayer el director general del Grupo Aeroportuario de Ciudad de México (GACM), Gerardo Ferrando Bravo, en dos entrevistas radiofónicas.

Si bien el secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez, dijo el jueves pasado que ya está suspendida oficialmente la construcción y se ha empezado a negociar para dar por terminados de manera anticipada los contratos, Ferrando Bravo explicó que, por la magnitud de la obra, aún se requieren semanas o meses para darla por concluida, preservar lo que ahí se edificó y analizar el uso que se pueda dar a lo construido.

Hay una inversión grande que tendremos que ir conservando, buscando el destino de materiales, equipos e instalaciones. Va a haber trabajo por mucho tiempo, apuntó.

“No es un switch que prendamos o apaguemos de manera automática. No es así. Hay que ir concluyendo las obras gradualmente”, explicó en Radio Fórmula.

El director del GACM apuntó que se analiza el destino de las obras realizadas, por ejemplo, las dos lozas terminadas, así como efectuar mantenimiento, debido a que el exceso de agua en la zona hace indispensable trabajar el sistema de drenaje.

Comentó que una de las lozas, en la que estaba previsto el edificio de la terminal, mide 34 hectáreas, es decir, 340 mil metros cuadrados, y tiene una profundidad de 2.5 metros. Es como si tuviéramos un barco flotando en ese suelo maleable, apuntó.

Agregó que otra loza mide 14 hectáreas, que es la que corresponde a lo que sería el centro de tranferencia de transportes. Señaló que por seguridad de las personas, las lozas requieren acabados para concluir una barda perimetral que les dé estabilidad.

Además, dijo, hay materiales a la intemperie y otros que aún se tendrán que recibir.

Para concluir las obras se necesita un análisis de aspecto económico y ambiental.

Gerardo Ferrando explicó que el GACM analiza con un equipo de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) cuál será la utilidad que se dé tanto al terreno que se tenía previsto para el aeropuerto como lo que se edificó.

Gerardo Ferrando indicó que el Presidente de la República encargó analizar con la Conagua el proyecto para reincorporar esas 5 mil hectáreas al resto que tiene bajo su tutela este organismo para integrarlo como reserva ambiental con fines recreativos y deportivos. Estamos viendo lo que se lleva construído y qué uso podamos darle, dijo a W Radio.

Otro trabajo avanzado es el que corresponde a la torre de control, que originalmente estaba planeada de 90 metros de altura y que tuvo un avance de una tercera parte de edificación, es decir, de más de 20 metros. Antes de demolerla se analizará si es posible darle uso, expresó.

La obra no continúa, el proyecto está suspendido, cancelado, (pero) hay trabajos para preservar lo que tenemos, declaró.

Todo lo estamos haciendo ordenada y técnicamente por las vías adecuadas y también legalmente, aseguró.