La senadora Susana Harp, de Morena, presentó una iniciativa de reforma al artículo 2 constitucional para que se reconozca a los pueblos afromexicanos como parte de la composición pluricultural de la nación y se les garanticen los mismos derechos que a los indígenas.

En la tribuna, Harp argumentó que con base en censos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, un millón 381 mil 853 mexicanos se reconocen como afrodescendientes. Se distribuyen en numerosas comunidades del estado de México, Veracruz, Guerrero, Oaxaca, Nuevo León, Jalisco y de la Ciudad de México, principalmente.

Agregó que los afromexicanos representan 1.2 por ciento de la población total del país, y si fueran un pueblo originario, por número de habitantes representarían el cuarto o quinto grupo étnico, sólo por debajo de las comunidades náhuatl, maya, mixteca y zapoteca.

Su pertenencia a este grupo, enfatizó, para muchos es motivo de orgullo e identidad, no obstante el bajo reconocimiento que se les confiere, tanto desde la perspectiva normativa como en las políticas públicas, lo cual ha generado un fenómeno de invisibilidad que los expone a la discriminación institucional y a situaciones de exclusión social y vulnerabilidad.

A diferencia de las comunidades indígenas, resaltó, los afromexicanos no han logrado concretar en su beneficio el último párrafo del artículo segundo constitucional, que señala que toda comunidad equiparable a los pueblos indígenas gozará de los mismos derechos, como establece la ley.