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EU evalúa reactivar la tolerancia cero contra migrantes
 
Periódico La Jornada
Sábado 13 de octubre de 2018, p. 24

Washington. El gobierno del presidente estadunidense, Donald Trump, analiza retomar de nuevo la separación de familias de migrantes que tratan de cruzar ilegalmente la frontera entre Estados Unidos y México, informó este viernes el diario The Washington Post.

La separación de familias en la frontera como medida de disuasión de la inmigración indocumentada causó hace unos meses una ola de indignación internacional. Varios pronunciamientos de jueces federales obligaron al gobierno de Estados Unidos a frenar las separaciones y a reunir con sus padres a los niños separados.

Una de las opciones que baraja ahora la Casa Blanca, según el rotativo, es detener juntas a las familias que buscan asilo hasta los 20 días, que es el plazo que la ley dice que un menor puede permanecer arrestado junto a sus progenitores.

Entonces se daría a a las familias de inmigrantes la opción de quedarse todos bajo detención durante el tiempo que dure el proceso de asilo –meses o incluso años– o permitir que los niños sean llevados a un albergue gubernamental para menores no acompañados.

El número de familias separadas en la frontera por el gobierno de Trump en el contexto de su política de tolerancia cero es mucho mayor del admitido. Según un informe publicado el jueves por Amnistía Internacional, ascendió a más de 6 mil en cuatro meses, desde el 19 de abril hasta el 15 de agosto. La cifra de familias separadas desde 2017 llega a 8 mil desde 2017.

Mano dura

Trump ha hecho de la mano dura en inmigración uno de los pilares de su acción de gobierno.

En abril, su fiscal general, Jeff Sessions, dio la orden de perseguir penalmente a todo migrante que cruzara ilegalmente la frontera desde México. La persecución penal lleva implícito el envío a un centro carcelario, donde los niños no pueden estar, y éstos fueron separados de sus padres y quedaron bajo custodia del Departamento de Sanidad y Servicios Sociales.

Trump utilizó esta política para desincentivar la llegada de inmigración ilegal. Las separaciones generaron una ola de indignación dentro y fuera del país y el mandatario acabó firmando el 20 de junio una orden ejecutiva en la que dispuso ponerles fin.