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Foro sel IISUE

El conflicto estudiantil no sólo tiene que ver con porros, alertan expertos

Piden considerar entorno hostil a jóvenes en el país y el mundo

 
Periódico La Jornada
Miércoles 19 de septiembre de 2018, p. 24

El actual movimiento estudiantil en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) no sólo fue generado por el hartazgo ante los grupos porriles, afirmaron académicos del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE), de la máxima casa de estudios.

Señalaron que tiene que ver con diversos factores, entre ellos el entorno de violencia, precariedad y falta de alternativas que viven los jóvenes en el país y en buena parte del mundo, por lo que llamaron a considerar todas estas variables al momento de analizar las causas del descontento de los alumnos universitarios, en vez de hacer interpretaciones simplistas sobre el fenómeno.

Durante un foro realizado este martes sobre el tema, Hugo Casanova Cardiel, investigador titular del IISUE, enfatizó que quien piense que el movimiento estudiantil sólo está relacionado con la vida institucional de la universidad, no ha entendido nada, pues éste se enmarca en un escenario nacional de violencia contra los jóvenes, del cual la UNAM forma parte.

La institución, indicó el especialista, no está en una burbuja, y prueba de ello es que tanto en sus campus como fuera de ellos han ocurrido robos, venta de droga e incluso asesinatos, los cuales se suman a las agresiones y actos de intimidación de los grupos porriles.

Ante ello, dijo, aún está por verse si la comunidad universitaria repetirá el camino de los paros de actividades por tiempos muy prolongados o si buscará otras alternativas; consideró que los momentos de gran inestabilidad no son los más propicios para realizar grandes reformas en la UNAM.

Por su parte, la también investigadora Marion Lloyd, del Seminario de Educación Superior, subrayó que no es casualidad que el movimiento estudiantil de estos días haya empezado en los planteles más marginados y con mayores índices de pobreza y violencia en sus alrededores.

La experta recordó que en prácticamente todo el mundo hay movilizaciones de protesta de los jóvenes contra la violencia de género y la mercantilización de la educación, y lamentó que las universidades sean entidades conservadoras a las que suele costarles trabajo cambiar y entender las demandas de sus estudiantes.

Luis Torres Monroy, técnico académico del IISUE, coincidió con Casanova en que actualmente no hay condiciones para hacer modificaciones institucionales de gran calado, como reformar la Ley Orgánica de la UNAM, pero al mismo tiempo lamentó que los órganos colegiados de la universidad hayan mostrado incapacidad para gestionar la necesidad de cambio.

La investigadora Lourdes Chehaibar discrepó de quienes afirman que la UNAM no ha sabido cambiar cuando ha hecho falta, y encomió la importancia que tienen los cuerpos colegiados de la institución. Asimismo, consideró que para debatir y plantearse cambios estructurales es necesario un ambiente de menor crispación.