El Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), a 25 años de su creación, festeja que se utilice la ley para proteger los recursos naturales, pero advierte que se mantiene la amenaza a los defensores, y hasta sus oficinas regionales se han enfrentado a ellas. Recordó que así sucedió en casos que ha litigado, como el del proyecto Dragon Mart en Quintana Roo, cancelado por la autoridad ambiental ante irregularidades del uso de suelo, y ahora con el plan inmobiliario Agua Bendita en Valle de Bravo.

Gustavo Alanís, director de la organización, indicó que se ha logrado permear la cultura de la legalidad y el estado de derecho en materia ambiental, pues hace un cuarto de siglo las leyes no eran tema. Indicó que antes se hacían protestas y manifestaciones, pero ahora los ciudadanos y los grupos ecologistas han encontrado en el uso de la ley una herramienta adicional.

En entrevista explicó que se han logrado solucionar problemas ambientales con base en información técnica y científica. Cada vez se usa más la ley y hay conciencia y conocimiento. Se trabaja con universidades y en capacitación a jueces: la Suprema Corte falla en más casos ambientales; deben estar bien dotados en la materia.

Entre lo que falta hacer, sostuvo que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente debería aplicar más la ley, pero aún es una institución pobre y los defensores ambientales están cada vez más amenazados: No todo es color de rosa, hay que seguir batallando para que haya cumplimiento de la ley.

Aseveró que los intereses económicos se anteponen a los ambientales, pues importa más la inversión que el manglar, el arrecife y el bosque cuando no se valoran los servicios ambientales. También hay que reconocer que las relaciones con la autoridad a veces no son fáciles y se toma personal. Y obviamente cuando se hace algo que no gusta a la autoridad, te ignoran. Ha sucedido esto y en ocasiones nos tachan de antidesarrollo, que no permitimos que se lleven a cabo cosas. Somos partidarios del crecimiento y desarrollo, pero que cumplan con la ley.

Indicó que también ha habido obstáculos como las reiteradas crisis económicas del país, ya que la oficina es no lucrativa, vive de donativos, y no es fácil generar siempre recursos para mantener a un equipo de técnicos, biólogos y abogados capacitados para enfrentar los casos de todos los días.

El Cemda tiene oficinas en el noroeste (Baja California Sur), sureste (Cancún), centro, Golfo de México y Valle de Bravo. Entre los donantes están la Fundación William y Flora Hewlett, ClimateWorks y The Summit.