El jefe de Gobierno, José Ramón Amieva, reconoció que demora más del tiempo debido el trámite de adultos mayores que llegan a los 68 años para incorporarse al programa de Pensión Alimentaria y recibir el apoyo mensual de mil 209 pesos establecido en la ciudad como derecho universal.

Al presidir la entrega de 3 mil tarjetas ante cientos de derechohabientes de las 16 delegaciones convocados en la Plaza de la República, el mandatario capitalino indicó que el padrón se mantiene en 525 mil adultos mayores, meta física que se fijó para este año a partir de los 7 mil 586.7 millones de pesos previstos en el Presupuesto de Egresos aprobado por la Asamblea Legislativa.

Ante los titulares de la Secretaría de Desarrollo Social, Alejandro Piña Medina, y del Instituto para la Atención de los Adultos Mayores, José Antonio Rodríguez Callejas, Amieva admitió: Sé que el trámite ha durado más de lo que debería; sé que muchas y muchos de ustedes, aunque no lo parecen, ya tienen más de 68 años.

En entrevista posterior, agregó que instruyó que las reposiciones de las tarjetas de las personas que desafortunadamente fallecieron, se hagan de manera expedita.

En ese acto, Piña refirió que en 1970 las personas de 65 años y más representaba en la Ciudad de México sólo 3.5 por ciento de la población, y este año son alrededor de un millón 100 mil, que representan 12.4 por ciento.

Amieva, a pregunta expresa sobre la conveniencia de que el esquema de operación del programa que se aplica en la Ciudad de México –el cual empezó en la capital en la gestión del ahora presidente electo, Andrés Manuel López Obrador– sea repetido para el programa nacional que se establecerá en la próxima administración, dijo que como experiencia exitosa en un sistema de protección integral de las personas adultas mayores, puede ser considerada tanto en este país como en otras partes del mundo.

En representación de los adultos mayores que recibieron ayer su tarjeta, cargada ya con mil 209 pesos que corresponden al mes en curso, Flor de María Domínguez Peregrino dijo que la pensión alimentaria nos permite completar nuestros gastos y poder vivir de forma apropiada en una etapa de la vida en la que generalmente no somos atendidos e incluso nuestras oportunidades se van cerrando.