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Recupera muestra la voz de la poeta uruguaya Alcira Soust
 
Periódico La Jornada
Domingo 12 de agosto de 2018, p. 5

Dar voz de nueva cuenta a la poeta uruguaya Alcira Soust Scaffo (1924-1997), personaje mítico y referente del movimiento estudiantil de 1968 en México, es el propósito de la muestra inaugurada ayer en el Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Forma parte de las 300 actividades con las que la máxima casa de estudios conmemora el cincuentenario de la gesta de 1968, destacó el Coordinador de Difusión Cultural de la institución, Jorge Volpi, quien resaltó que en octubre se hará el estreno mundial de la ópera Luciérnaga, de Gabriela Ortiz.

Este monodrama musical, con libreto de Silvia Peláez, es una ópera de cámara para soprano, actor, ensamble y multimedia que, a decir de su autora, recupera el universo emocional y onírico de Alcira Soust durante los 12 días que permaneció oculta en los baños de la Torre de Humanidades en la ocupación militar de Ciudad Universitaria de 1968.

Es una coincidencia muy especial de dos proyectos que giran en torno a una vida vinculada de manera estrecha con nuestro imaginario del 68, destacó Jorge Volpi durante una charla antes de la apertura de la muestra. A través de su historia vamos a observar no sólo el movimiento estudiantil, sino todas las ramificaciones previas y posteriores.

De acuerdo con Antonio Santos, amigo cercano de la poeta uruguaya y al lado de Amanda de la Garza, curadora de la muestra Alcira Soust Scaffo: escribir poesía, ¿vivir dónde?, es tiempo de que Alcira hable de nuevo.

Esta muestra, sostuvo, se propone darle voz. Muchos han hablado, otros han escrito, algunos se han fijado en sus defectos. No me gusta que cuando se hable de ella se identifique sólo por eso. Era una gran poeta y una persona muy interesada en el arte: el cine, el teatro, la pintura; fue una gran creadora, como lo demuestran sus carteles.

Quien fue dirigente del Consejo Universitario de la UNAM entre 1986 y 1989 resaltó que para hacer posible este proyecto fueron necesarios cuatro años de escarbar en la historia y en los archivos de los amigos de la creadora, de los cuales se hizo una lista que alcanzó 860 personas durante los 36 años que permaneció en México.

Elemento central, subrayó, fue recuperar una caja con el archivo de la poeta que ella había extraviado en 1982: “Sabía de la existencia de esa caja porque ella se lamentaba mucho de perderla. Fue un tema que estuvo presente mucho tiempo. Ella decía que había muerto Alcira, que la habían asesinado, porque allí estaba su vida.

Y efectivamente, como cápsula del tiempo, en ella estaba su vida. Es un tesoro haberla encontrado. Lo que ahora se expone es muy breve. Falta organizar el material y catalogarlo para hacer las interpretaciones de su vida y su obra.

Integrada por documentos personales, poemas, carteles y entrevistas, la muestra intenta trascender la leyenda sobre Alcira Soust para arrojar luz sobre aspectos desconocidos de su existencia, pero también para reconstruir un mundo afectivo, dijo Amanda de la Garza.

El mundo alciriano lo podrán ver desplegado de manera muy gráfica, pero también a partir de todas las notas y documentos que forman parte de su archivo personal. De esa forma, creemos, Alcira regresa a la que fue su casa: la UNAM, agregó la curadora.

Es un justo homenaje a lo que aportó a muchas generaciones de estudiantes y al mundo cultural de la universidad. Comprendemos que ésta fue el núcleo de producción de la cultura en México durante los años 60, 70 y 80 (del siglo pasado).