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Ver día anteriorMartes 31 de julio de 2018Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Negocios y empresas

Fin al monopolio de la BMV

L

a Bolsa Mexicana de Valores (BMV), presidida por Jaime Ruiz Sacristán y dirigida por José Oriol, no había conocido la competencia en más de cien años; es decir, era un monopolio de facto. El resultado de un mercado monopólico es un alto costo para la sociedad y un conformismo de parte de sus accionistas y directivos que hacen poco para mejorar sus operaciones.

Ahora, comienza la competencia a través de la Bolsa Institucional de Valores (Biva), dirigida por María Ariza, quien le reporta a Santiago Urquiza, presidente de Central de Corretajes. Esta nueva bolsa reactivará el mercado accionario que se mantuvo estancado por décadas. Para que se tenga una idea de sus limitantes, en México sólo cotizan 148 empresas en el mercado accionario, mientras en Estados Unidos hay más de 5 mil empresas en bolsa. En el resto del mundo y, en especial en los países asiáticos, las colocaciones empresariales se cuentan por docenas anuales; en cambio en México, si bien nos va, hay dos o tres colocaciones al año.

El mercado accionario mexicano es tan raquítico que grandes inversionistas como Carlos Slim, Roberto Hernández y Alfredo Harp pueden tomar el control de empresas cuando hay caída de precios, lo que limita el interés de muchos empresarios para conseguir financiamiento por este medio, pues corren el peligro de perder el control de sus firmas.

A pesar de lo anterior, no todo es negativo. En el caso del mercado de dinero sí se ha presentado un importante avance a lo largo de los años, especialmente desde que surgieron los fondos de inversión de los trabajadores que año con año generan un mayor volumen de ahorro para el retiro.

El mercado de dinero también fue muy importante tras la estatización de la banca en 1982, pues durante una década el gobierno ocupó casi la totalidad de los ahorros y dejó a las empresas sin financiamiento adecuado. Fue en esta coyuntura cuando el mercado de valores creció y enriqueció a los dueños de las casas de bolsa, quienes después tomaron el control de los bancos.

Lo importante ahora es que el surgimiento de Biva impulsará colocaciones, financiamiento a la actividad productiva y el fortalecimiento de los grandes proyectos de infraestructura en el país.