Los resultados de las elecciones del pasado primero de julio no sólo fueron adversos para Nueva Alianza, sino prácticamente para todos los partidos, con excepción de Morena, en un claro mensaje de la sociedad que demanda un cambio, reconoció el dirigente nacional del Panal, Luis Castro. Subrayó que su instituto fue de los que proporcionalmente menos impacto negativo sufrió, aunque está en riesgo de perder el registro.

Entrevistado al término de una prolongada reunión con el secretario ejecutivo del Instituto Nacional Electoral, Edmundo Jacobo Molina, dijo que han interpuesto alrededor de 280 recursos en las elecciones de diputados federales y más de un centenar en los comicios para el Senado, donde hubo inconsistencias –casillas instaladas en lugar distintos al designado; atendidas por funcionarios no debidamente acreditados, entre otras–, con el propósito de recuperar los votos suficientes para preservar el registro y que sumarían cerca de 200 mil.

Castro consideró que la ciudadanía respaldó el proyecto de Andrés Manuel López Obrador, además de que concedió a Morena la mayoría en el Congreso. No hay fuerza política que pueda vetar, obstruir o sabotear el proyecto del nuevo gobierno.

Al explicar la situación de Nueva Alianza dijo que buscarán litigar en el plano federal para preservar el registro, pero en cualquier caso subrayó que en entre 18 y 20 estados del país, el partido obtuvo los votos necesarios para preservarse como instituto local.

En su caso, dijo, de preservarse la hipótesis de que Nueva Alianza pierda el registro nacional, tienen fuerza regional que les permitirá buscar de nueva cuenta constituirse como partido nacional durante el proceso de construcción de nuevos institutos, que comienza el próximo año.

Sobre el inicio de la etapa preventiva del proceso de liquidación de Nueva Alianza a escala nacional, mencionó que no fue un asunto que haya tratado con Jacobo Molina. Incluso subrayó que el partido no ha sido notificado oficialmente de quien será el interventor que administre en esta etapa.