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Degenkolb conquista la novena etapa del Tour
 
Periódico La Jornada
Lunes 16 de julio de 2018, p. 8

Roubaix

El alemán John Degenkolb (Trek-Segafredo) superó a tres competidores en un sprint para ganar la novena etapa del Tour de Francia sobre empedrados. El australiano Richie Porte quedó fuera tras chocar y el favorito Chris Froome se recuperó después de una caída.

Greg Van Avermaet, el portador del maillot amarillo, cruzó en segundo sitio e incrementó su ventaja general a 43 segundos, delante de Geraint Thomas, compañero de Froome en Team Sky. Yves Lampaert de Quick-Step, entró en tercer sitio.

Esto es lo más bonito que podría pasarme, señaló Degenkolb, cuya carrera se vio afectada por el grave accidente que tuvo en un entrenamiento en enero de 2016 al ser atropellado.

Froome, cuatro veces campeón, cruzó la meta dentro del pelotón, 27 segundos atrás, tras levantarse de una caída cuando faltaban 45 kilómetros y se colocó octavo en la tabla general, a 1.42 de Van Avermaet, quien no suele ser considerado como una amenaza en los recorridos en las montañas.

Porte, el líder del equipo BMC, chocó a los 10 kilómetros de la etapa de 156.5 kilómetros –antes de las 15 secciones empedradas– y abandonó la carrera por una fractura de clavícula que lo tendrá fuera de actividad de seis a ocho semanas.

El colombiano Rigoberto Urán, segundo lugar en 2017, y el español Mikel Landa, uno de los tres líderes del equipo Movistar, chocaron cada uno por su lado y perdieron tiempo.

Romain Bardet, la esperanza francesa que subió al podio los últimos dos años, tuvo un día de pesadilla con tres pinchaduras de neumáticos pero a pesar de todo mantuvo sus pérdidas al mínimo.

Otros que chocaron fueron Dylan Groenewegen, el holandés que ganó las dos etapas previas; Egan Bernal y Michal Kwiatkowski, compañeros de Froome en Sky; el estadunidense Tejay van Garderen y el italiano Sonny Colbrelli.

La etapa que comenzó en Arras tuvo la mayor cantidad de secciones empedradas desde el Tour de 1980, con casi 22 kilómetros. No hubo lluvia, pero el calor y el sol generaron sequedad y polvo.