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Penultimátum

Carlos Payán publica tercer poemario

D

esde su juventud participó en los movimientos y publicaciones que hicieron posible la apertura democrática en México. Como senador de la República, dio lustre a ese cuerpo legislativo igual que al defender los derechos humanos.

No menos importante fue su labor para hacer realidad un periodismo crítico que diera voz a los que carecían de ella y cabida a opiniones diversas. El resultado: Unomásuno, aparecido en noviembre de 1978 y del cual fue subdirector.

Al dejarlo a finales de 1983, su poder de convocatoria lo llevó a fundar otro que no fuera propiedad de un grupo empresarial, sino de la ciudadanía. Así nació La Jornada, el 19 de septiembre de 1984. La dirigió hasta 1996.

A él también se debe Argos, empresa dedicada a la producción de materiales para la televisión. Hoy está desligado de dicho negocio.

Muchos ignoran que nuestro personaje fue integrante del grupo que hizo de la Casa del Lago el sitio de reunión por excelencia de lo mejor de las artes y las letras a mediados del siglo pasado. La dirigía Juan José Arreola y uno de los proyectos más exitosos fue Poesía en Voz alta, en el que compartió escena con Pilar Pellicer, Enrique Lizalde, María Teresa Rivas, Raúl Dantés y Gastón Melo, mientras Juan José Gurrola creaba el grupo de poesía coral.

Ávido lector, también escribe poesía. Su primer libro, Ixqui, data de 2004. Lejos del mundanal ruido, en los bajos de los Pirineos, escribió Lejanías, dedicado a su compañera Laura Restrepo. 34 poemas de impecable factura que nos hablan del amor, el erotismo, el otoño que cubre el paisaje de niebla y melancolía; y también la vida. Del paso del tiempo y el peso de los años vividos. Exquisita la edición artesanal, con pastas rojas, como el amor.

Mañana, a las 12 del día en la Casa Refugio Citlaltépetl, presentará su tercer poemario: Memorial del viento. García Márquez dijo que escribía para que lo quisieran más. A Carlos Payán se le quiere y admira aunque no escribiera ni una línea.