Un peligro que podría acabar con la universidad es que se convierta en empresa. La mercantilización y el neoliberalismo asedian al conocimiento en el mundo, advirtió el sociólogo portugués Boaventura de Sousa Santos en la Conferencia Regional de Educación Superior (CRES) 2018, que se celebró esta semana en la Universidad de Córdoba, Argentina.

“La idea de que el único valor del conocimiento es el valor de mer-cado va a matar a la educación. Una universidad ‘sustentable’, que se financia a sí misma, no es un bien común, es una empresa”, dijo en una de las ponencias centra-les del encuentro, que reunió a más de 500 rectores de instituciones de educación superior de Latinoamérica y El Caribe, donde se debatió el futuro de este nivel de estudios en la región.

El sociólogo del derecho, profesor de las universidades de Wisconsin-Madison y de Coimbra presentó Los dolores que quedan son las libertades que faltan. Para continuar y profundizar el Manifiesto de 1918, título extraído del documento que removió los cimientos de la enseñanza superior latinoamericana de inicios del siglo XX: el Manifiesto Liminar.

De Sousa señaló que el capitalismo, el colonialismo y el patriarcado son las tres cabezas del monstruo. La fragmentación de la lucha, en tanto, es la gran debilidad para hacerle frente. Desde la universidad se puede pensar cómo articular la resistencia, propuso.

El proyecto neoliberal, dijo, pretende construir un capitalismo universitario. Considera que las instituciones educativas deben contribuir a crear las competencias que exige el mercado. Las propuestas de privatización de la enseñanza son otra fase de ello y la etapa final es que la universidad debe ser ella misma un mercado, una empresa.

El neoliberalismo es por ello incompatible con la universidad como un bien común de las sociedades.

La universidad, consideró, recibe ahora un ataque del capitalismo y el neoliberalismo a través de recortes presupuestarios y la lucha contra la supuesta ineficiencia o corrupción, una batalla muy selectiva, porque se sabe que las escuelas públicas son en general muy bien gerenciadas en comparación con otras instituciones.

Para el científico social es necesaria la refundación de la universidad y hacerla un espacio de resistencia, que retome el camino iniciado en 1918 por los estudiantes. Tiene que seguir pensando universitariamente, pero no como la de siempre, sino refundada epistemológicamente. Por eso el enemigo no está sólo fuera, sino dentro, porque no han entendido la necesidad de articularse con otros saberes y conocimientos, dijo.

El sociólogo habló asimismo de la necesidad de seguir avanzando en la democratización de las universidades, de radicalizar la lucha por el derecho a una escuela descolonizada, a refundarla como bien público, a promover su alianza con los otros niveles de educación y sobre todo a defender por el derecho a la formación superior.