Creada hace nueve años, mediante una gestación difícil, con serios problemas actuales de infraestructura y una escasa planta docente, la unidad Lerma de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) enfrenta un reto enorme: su consolidación en medio de la necesidad de contar con mayor presupuesto, asegura Mariano García Garibay, quien hace unos días tomó posesión como nuevo rector del campus para el periodo 2018-2022.

Aunque el escenario es complicado, advierte, desde su creación, la unidad Lerma ha pasado de tres a nueve licenciaturas; una de las cuales comenzará en agosto próximo, y en breve aumentarán de uno a tres los programas de posgrados.

Sin embargo, de manera pública ha sido cuestionado el desinterés y falta de compromiso institucional de la UAM para apoyar al mencionado campus, que por varios años ha visto paralizada la construcción de su edificio principal, el cual está en obra negra, y en el mejor de los casos estaría listo parcialmente para finales del próximo año.

En entrevista, en las instalaciones de la rectoría general, donde acudió a la primera reunión en carácter de titular de la unidad, García Garibay consideró que el campus tiene una ubicación estratégica para alcanzar su consolidación, no sólo porque está en uno de los corredores industriales más importantes, puerta de entrada al estado de México, sino porque también está enclavado en una zona valiosa de medio ambiente y otra cultural con gran riqueza.

–Yo diría que de la infraestructura. De ella dependen muchas cosas más, como aumentar la matrícula, tener una mayor calidad educativa y retener a los profesores de muy alto nivel que han tenido que irse porque no encuentran condiciones de trabajo adecuadas. Prácticamente, todos los que tenemos son doctores y gran cantidad de ellos (60 por ciento) están en los sistemas Nacional de Investigadores o Nacional de Creadores de Artes.

“El anterior es un reto que no depende totalmente de la rectoría de la unidad. Se está avanzando, se construyó un área nueva de aulas ligeras, con lo que se resuelve un poco el problema; también está por iniciarse la terminación de una parte del edificio. Esto nos va aliviar mucho en términos del espacio, aulas, laboratorios, incluso para la parte de administrativa, pero la idea es concentrar lo más pronto posible a toda la unidad en su campus.

▲ Uno de los retos es concentrar lo más pronto posible a toda la unidad en un solo lugar.Foto Cristina Rodríguez

Muy cerca a este reto es tener más profesores. Contamos con una planta docente baja, de unos 80, que es notoriamente insuficiente, sobre todo si pensamos ya en nuevas licenciaturas. De manera obligada tenemos que incrementar esta plantilla, y tampoco es fácil; depende mucho del presupuesto federal. Pero lo óptimo es que tengamos 180 maestros.

–Esta tarea es casi imposible de realizar sin recursos.

–Lerma ha sido de retos. Cuando iniciamos las primeras licenciaturas, en el primer trimestre que tuvimos alumnos –en 2011, aunque su creación se aprobó en 2009– no contábamos con un solo profesor contratado. Los directivos que estábamos en ese momento empezamos a dar clases y pedimos a maestros de otras unidades que vinieran y aceptaron el llamado: sacamos el primer semestre. Ellos y los que han llegado después han sido muy comprometidos; han trabajado en situaciones difíciles, y logramos sacar muy bien esas tres primeras licenciaturas. A partir de agosto próximo contaremos con nueve carreras.

–La matrícula actual apenas alcanza 738 alumnos. ¿A cuántos podrían aumentar con la incorporación de estas nuevas carreras?

–Cada una ha implicado un aumento inicial de 10 por ciento, por lo que se estima que en el trimestre próximo sean más de 800 y el año próximo se pueda llegar a mil alumnos. Hasta ahora son tres licenciaturas por cada una de las divisiones de Ciencias Biológicas y de la Salud; Básicas e Ingeniería, y Ciencias Sociales y Humanidades además de que cada una tenga un posgrado.

–¿La unidad tendrá los recursos presupuestarios suficientes para cumplir estos retos y ejecutar los proyectos?

–No hay que dejar de tocar puertas en el gobierno para que aumente el presupuesto a las universidades públicas. Creo también que debemos buscar vínculos con otros actores para obtenerlos. Por ejemplo, mediante la prestación de servicios o proyectos con agencias gubernamentales o la iniciativa privada.