Idlib.

Cuarenta y cinco personas murieron en los ataques aéreos en la provincia de Idlib, Siria, informó ayer la Oficina de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, la cual señaló que aún se desconoce quiénes fueron los atacantes.

De acuerdo con el opositor Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), con sede en Londres, citado por varios medios occidentales, aviones de combate, probablemente rusos, atacaron la norteña localidad siria de Zardana, provocando numerosas víctimas, entre ellas seis niños y 11 mujeres. Añadió que el bombardeo ocurrió cuando los musulmanes rompían el ayuno del mes sagrado del Ramadán.

Previamente, el Ministerio de Defensa de Rusia declaró que todos los reportes del OSDH y de los Cascos Blancos –afines a los rebeldes sirios– sobre el presunto ataque aéreo ruso no corresponden con la realidad.

En tanto, el secretario de Defensa estadunidense, James Mattis, advirtió: Sería un error estratégico retirarse de Siria antes de que los esfuerzos de paz liderados por la ONU hayan progresado. Añadió que las operaciones militares lideradas por Washington para combatir al grupo extremista Estado Islámico (EI) no deben dejar un vacío que el presidente sirio, Bashar al Assad, y sus aliados rusos e iraníes puedan aprovechar.

Sería un error estratégico, socavando a nuestros diplomáticos y dando a los terroristas la oportunidad de recuperarse, dijo Mattis luego de que el EI retomó parte de Bukamal, este de Siria, tras perpetrar 10 ataques que causaron 25 muertos entre las fuerzas de Assad.