Con un lenguaje lleno de embustes y promesas, los pícaros antiguos y modernos resurgen en el escenario para protagonizar un teatro cabaret vivo y emergente muy necesario para esta época.

En la obra De pícaros, truhanes y actores, explicó Tito Vasconcelos, director de la compañía La Nave de las Locas, se realiza “una revisión literaria de la picaresca del Siglo de Oro, en la que hay citas y fragmentos de El lazarillo de Tormes, La Celestina y el Libro de buen amor, de la novela Guzmán de Alfarache, entre otros. Según la dinámica que se establezca con los espectadores se menciona a otros pícaros mas actuales a quienes ahora se les llama políticos”.

El montaje de teatro cabaret es un espectáculo vivo que se adapta a las circunstancias políticas y sociales del momento al estilo de la commedia dell’arte, en el que un par de actores, con el pretexto de hacer un homenaje a Miguel de Cervantes, realiza un recorrido sobre la veta de la picaresca universal.

Chanfalla y Chirinos, son los personajes del Retablo de las maravillas, de Cervantes, que traen a la memoria del público a los más relevantes y famosos embaucadores y pícaros de todos los tiempos.

Vasconcelos, prosiguió: Uno de los motores del teatro cabaret es hablar de disidencias sexuales y de temáticas que no se comentan sobre la mesa familiar, incluso de aspectos políticos tampoco se hace porque resulta peligroso.

De pícaros, truhanes y actores, recordó Vasconcelos, se realizó por encargo para el proyecto Off Cervantes del Festival Internacional Cervantino en 2016 y tras haber sido reconocida en distintos foros tendrá una función especial el 5 de junio en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, dentro del ciclo Entre Lenchas, Vestidas y Musculocas.

La Nave de las Locas, integrada por Tito Vasconcelos, Luis Esteban Galicia y Josafat Molineros, se suma con este montaje a la celebración del Mes del Orgullo Gay, con la finalidad de reunir recursos a beneficio de la compañía que fue invitada a los festivales internacionales de Teatro Clásico de Almagro, España (en julio) y al de artes escénicas en Quito.

La obra, sintetizó Vasconcelos, expone los vicios de los políticos, de los pícaros y de todas esas personas que viven del embuste y estafan a la gente de buena voluntad.

Tito Vasconcelos, quien fue reconocido con la medalla Xavier Villaurrutia por sus contribuciones al teatro nacional, sostuvo que el género del cabaret actualmente goza de muy buena salud.

Teatro de revista

Este género, prosiguió, es resultado de un trabajo que se forjó desde finales del siglo XIX, floreció en las primeras tres décadas del XX y encontró en el teatro de revista mexicana la revisión analítica y lógica de lo que sucedía en ese momento sobre cuestiones políticas y sociales. Además, abordó temas de la picardía sexual, con los cuples que se originaron en Francia, en España se les dio otro sabor y después llegaron a México.

De pícaros, truhanes y actores fue planeado para plazas públicas, pero se adapta muy bien a los teatros; además, recurre a la improvisación y se retroalimenta con el público, porque es importante generar una corriente de empatía para que nuestras ideas propicien la reflexión.

No buscamos, puntualizó Vasconcelos, adoctrinar a nadie, pero siempre exponemos lo que sucede, el espectador toma su posición y se la lleva para revisarla. No creo que el cabaret vaya a cambiar al mundo, pero sí a algunas personas cuando asisten a este espectáculo. Es un ejercicio de llamar la atención sobre la existencia de pícaros tan pícaros que parecen personas decentes.

De pícaros, truhanes y actores se presentará el 5 de junio en el Teatro de la Ciudad de la Esperanza Iris, a las 20:30 horas. El recinto se ubica en Donceles 36, Centro Histórico.