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El pintor hiperrealista Luigi Fantini expondrá en octubre en la Feria de Arte de San Diego

Mis obras no son lo que refleja el ojo; proyectan la imperfección de la realidad
Foto
Desencanto de la realidad (2011), una de las obras del pintor nacido en 1982Foto cortesía del artista
 
Periódico La Jornada
Domingo 6 de mayo de 2018, p. 9

Desde pequeño, Luigi Fantini (1982) fue atrapado por el asombroso mundo de las artes y las ciencias. Esta formación temprana, que se desarrolló de manera natural, le permitió, con el paso de los años, convertirse en un reconocido pintor que plasma en sus obras la imperfección y la diversidad de la realidad.

El artista italo-mexicano definió así sus obras, en entrevista con La Jornada.

No busco plasmar la realidad idéntica a lo que mira el ojo; no son fotos pintadas a mano. Me gusta que la obra tenga muchos detalles, pero también que esté inacabada porque así es la realidad, no es perfecta, no es nítida. Ese sería mi hiperrealismo: plasmar la imperfección y la diversidad de la vida.

Desde la adolescencia, Fantini exploró el graffiti como manifestación artística; luego de obtener reconocimiento en esta modalidad, dio un giro a su técnica y profesionalizó su pasión, a la par que se formó de manera autodidacta con escultores y pintores.

Su obra integra un estilo ecléctico e innovador donde fusiona las técnicas que lo han posicionado como un artista reconocido internacionalmente, con mensajes satíricos, cargados de erotismo y utópicos de la realidad actual.

La diversidad de reacciones es muy interesante, porque están desde el espectador, que cacha el sentido irónico de mi obra y se ríe, hasta el que se enoja porque considera que sobrepasé el límite; pero, en términos generales, las reacciones son positivas porque las personas se ven reflejadas en ese aspecto de rareza y de absurdo que todos poseemos.

Sobre sus inicios dijo: No soy extrovertido, y suelo ser muy directo en la comunicación. En la adolescencia me di cuenta de que por medio del arte podía expresar todo lo que me desespera decir con las palabras. Me sentí muy cómodo, comencé a explorar el graffiti y a los 15 años sabía que en la pintura estaba lo que haría el resto de mi vida.

Acerca de la época en que se reunía con grafiteros en el parque México, contó: Nos juntábamos varios y sin proponérnoslo, comenzamos a mejorar nuestras obras y empezamos a recibir difusión y reconocimiento como artistas callejeros, aunque de vez en cuando nos metíamos en problemas con la ley.

Entonces, seguí practicando y perfeccionando mi técnica, y así llegué al aerógrafo. Comencé a aprenderlo porque se parecía mucho al manejo de los aerosoles y me atrapó, sobre todo por el grado de detalle que podía lograr. Conocí a muchos artistas que me adoptaron como aprendiz y fueron años de perfeccionamiento, aprendizaje autodidacta y de la mano de artistas que me dejaban ayudar.

El salto al hiperrealismo, prosiguió Fantini, fue muy transitorio, pero, para los 19 o 20 años estaba completamente entregado al arte en gran formato y con una obsesión por detallar en mi obra lo que veía en mi entorno cotidiano.

Sin dudar, Luigi Fantini, admitió que su inspiración llega porque es muy observador. Me inspira –dijo– cualquier cosa o persona que me rodea. A veces, una buena idea surge de garabatear o de simplemente comenzar sin pensar mucho en ello. Lo más importante es mantenerse disciplinado y trabajando.

El artista recurre a una técnica mixta y trabaja con mucha encáustica, luz ultravioleta y acrílico; además, mi obra suele ser en gran formato porque, al haber sido grafitero, encuentro muy cómodo trabajar así; pero, lo cierto es que plasmo aquello que me parece absurdo y vanal, pero también me gusta la profundidad que percibo en ello. Como artista, me gusta establecer un alto parámetro de calidad, observar el entorno y nutrir mis piezas de esas conclusiones.

Entre sus influencias, mencionó a los artistas barrocos, los maestros del claroscuro. Así que soy el más feliz al analizar y observar obras de Caravaggio o Artemisia Gentileschi, pero también me influye mucho la cultura, la posmodernidad y nuestra época actual, que es increíble para la creación.

Fantini, quien expondrá en octubre próximo en la Feria de Arte de San Diego, Art San Diego, continúa trabajando en una nueva serie y en una residencia en Suiza.

Me gustaría que las personas se acerquen al arte y se olviden de ese halo pretencioso que pueda tener. La obra, sobre todo de los artistas vivos, es un reflejo de lo que experimentan en su vida cotidiana. Visitar a los clásicos es bueno para incrementar la cultura general y comprender influencias y todo lo demás, pero las expresiones vivas son aquellas que nos generan una experiencia consciente del mundo en que vivimos.