La intensidad que ha cobrado la campaña para renovar la Presidencia no ha mellado el interés de inversionistas extranjeros por tomar posiciones en bonos de deuda emitida por el gobierno federal en el mercado financiero local, atraídos por un mayor rendimiento del que podrían obtener en otros países, mostró información oficial.

Desde el inicio de 2018 y hasta los días posteriores al primer debate entre candidatos presidenciales –el 22 de abril–, la participación de extranjeros en bonos de deuda interna creció en 21 mil 224 mi­llones de pesos, unos mil 150 mi­llones de dólares, de acuerdo con datos del Banco de México.

Al 24 de abril pasado, último dato disponible, la inversión de extranjeros en bonos de la deuda interna gubernamental, que son negociados en el mercado financiero local, ascendió a 2 billones 124 mil 580.61 millones de pesos, alrededor de 115 mil millones de dó­lares, según la información del banco central.

La cantidad superó en 21 mil 224 millones de pesos a la registrada al cierre de 2017, que fue de 2 billones 103 mil 356 millones de pesos.

Una de las razones del ingreso de capitales para la compra de bonos gubernamentales es la rentabilidad de esas inversiones, respecto de la ofrecida en otros países. También está el hecho de que las agencias internacionales ratificaron este año la calificación de grado de inversión a las obligaciones a cargo del Estado mexicano, lo que indica que la probabilidad de incumplimiento es prácticamente nula, con una perspectiva de mejora en los siguientes 12 a 18 meses.

Entre México y Estados Unidos, el diferencial de rendimiento obtenido por estas inversiones se amplió en el último par de años. Ello obedeció a que el Banco de México debió acelerar el incremento en su tasa de interés de referencia en 2017, para contener la inflación causada por el aumento en los precios de la gasolina y el efecto de la depreciación del peso en el costo de bienes importados.

Actualmente, la tasa de interés de referencia en México es de 7.50 por ciento, mientras en Estados Unidos es de entre 1.5 y 1.75 por ciento, una diferencia de 5.75 puntos porcentuales. Hace dos años, esa diferencia era de 2 puntos.

Con ese margen, la rentabilidad de las inversiones aquí es lo suficientemente atractiva para compensar el riesgo político asociado al proceso electoral, que de acuerdo con analistas nacionales y extranjeros que participaron en una encuesta divulgada por el Banco de México esta semana, es el principal factor de riesgo para el crecimiento de la economía en los siguientes seis meses.

En el sondeo, 24 por ciento de participantes ubicó el riesgo político interno como el principal factor de incertidumbre para la actividad económica, mientras la renegociación del Tratado de Li­bre Comercio de América del Norte (TLCAN) fue el segundo.

Precisamente, a finales de ene­ro e inicios de febrero se registró una salida de inversiones en bonos de deuda gubernamental, que fue atribuida a la incertidumbre en torno a la renegociación del TLCAN, pero después de esos días, la entrada de recursos de extranjeros ha ido en aumento. Entre el cierre de 2017 y el 7 de marzo la inversión de extranjeros en instrumentos de la deuda interna del gobierno disminuyó en 39 mil 833.6 millones de pesos, unos 2 mil 200 millones de dólares, según el Banco de México. Pero a partir de entonces retomó el crecimiento, hasta llegar al nivel actual.

Al 24 de abril, la inversión de extranjeros en títulos gubernamentales está distribuida así: en Bonos M, un billón 828 mil 268.52 millones de pesos; Certificados de la Tesorería de la Federación, 225 mil 467.27 millones; Udibonos, instrumento con valor indexado a la inflación, 70 mil 178.54 millones, y de Bonos de Desarrollo D, 666.29 millones de pesos, de acuerdo con el Banco de México.