Bakú.

Dos años aguardó el piloto Sergio Pérez para estar en el podio y lo hizo de una forma que para el mexicano fue histórica y especial, con el tercer lugar obtenido en el Gran Premio de Azerbaiyán, al calificar las dos últimas vueltas de las mejores de mi vida en la carrera que ganó el británico Lewis Hamilton para apoderarse del primer sitio del campeonato mundial de Fórmula 1.

Una montaña rusa, así describió el piloto jalisciense su actuación en un video que compartió en su cuenta de Twitter, en el que explicó que después de haber comenzado mal la carrera, “tuvimos que cambiar el alerón y nos fuimos al último lugar, pero nunca nos dimos por vencidos. Seguimos ahí empujando y las dos últimas vueltas, cuando paso a (Sebastian) Vettel, fueron las mejores de mi vida, iba totalmente al límite para que no me alcanzara.

Un podio histórico para mí, para México, llegar a ocho y superar a Pedro Rodríguez, es sin duda algo especial, destacó Checo Pérez.

No tengo palabras, fue una carrera sumamente complicada. Parecía que no tenía motor para más, cada curva era inesperada porque no tenía agarre, sostuvo el jalisciense, al sumar sus primeros 15 puntos y colocarse en la novena posición general.

Los ocho podios de Sergio Pérez son: Malasia (2), Canadá (3) e Italia (2) con Sauber en 2012. Con Force India: Bahréin (3) y Rusia (3), en 2014; en 2016 Mónaco (3) y Bakú (3); en este último circuito repitió (3) el día de ayer.

Por otra parte, la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) dio a conocer que el coche del mexicano quedó libre de toda sanción por el posible uso indebido del Drag Reduction System, o DRS, un dispositivo que se utiliza para aplanar el alerón trasero y que el auto tenga menos lastre.

Lewis Hamilton, cuádruple campeón del mundo, aprovechó el caos de las últimas 10 vueltas. El piloto de Mercedes celebró su primera victoria de la temporada.

Es extraño haber ganado, comentó Hamilton, pues no podía creer todo lo que ocurrió en el final para que fuera su coche el primero en ver la bandera a cuadros, seguido del finlandés Kimi Raikkonen, con su Ferrari.

Vettel llegó cuarto y perdió el primer puesto de la clasificación ante el británico.

La carrera en Bakú, la cuarta del año, transcurría sin mayores sobresaltos, con Vettel conduciendo sin oposición hacia su victoria número 50, cuando un accidente protagonizado por los Red Bull en la vuelta 40 cambió radicalmente el panorama.

El australiano Daniel Ricciardo embistió al holandés Max Verstappen en una recta cuando peleaban por un lugar en el podio y el choque reventó la carrera.

Cuando quedaban apenas cinco vueltas, con Valtteri Bottas al frente, la rueda trasera del finlandés pinchó y la suerte favoreció a su coequipero británico.